Muu!: múuusica infantil que sale de las vacas y recorre el mundo

Marina Sorín, Emilse Barlatay y Érika López, integrantes de Muu!

En este disco caben piojos, gatos, vacas, rumba, chacarera, piano, flautas, chelos y hasta un ‘phonofiddle’. Sus creadoras –Marina Sorín, Emilse Barlatay y Érika López– han unido su diversidad instrumental como compositoras para poner al servicio de la infancia la calidad musical con el disco ‘¿Dé donde vienen las canciones?’. Ellas se llaman Muu! Este sábado hay la oportunidad de verlas en directo, en concierto en Madrid.

Se llaman Muu! porque a estas tres mujeres artistas las ha unido la vida en el campo, en la sierra madrileña, rodeadas de vacas. Y también las ha unido en este proyecto la infancia. Marina Sorín, Érika López y Emilse Barlatay vienen de caminar sus propios proyectos musicales (Sorín, Érika y los López y Quartetazzo) y al juntarse han fusionado la riqueza instrumental de la que proceden y que da tanto color al trío que han creado en esta aventura sonora.

Todo empezó con una propuesta de talleres didácticos. “En 2019 nos convocaron para hacer un cancionero infantil en el colegio Emilia Pardo Bazán de Madrid, unos talleres para componer canciones. Después de esa experiencia entre las tres, pensamos en hacer un espectáculo infantil y entonces vino 2020 con el confinamiento”, explica Marina. A pesar de las adversidades, siguieron trabajando juntas virtualmente y cuando fue posible se juntaron para darle forma a un disco. “Antes de que terminara el año pudimos llevarlo a cabo gracias a un crowdfunding”.

Ocho canciones originales compuestas por ellas dan forma al disco ¿De dónde vienen las canciones? Y ¿de dónde vienen? “De cualquier sitio, de cualquier rincón puede salir una canción, una música con botellitas, una letra de un viaje… Las canciones están ahí y sólo hay que dejarlas salir”, dice Emilse. “La experiencia de crear juntas ha sido muy positiva, fluíamos y nos aportábamos las unas a las otras, nos divertíamos mucho. El campo de la creación infantil nos daba mayor libertad, permite conectar más con el juego, la diversión, aunque musicalmente hablando también sea exigente en la calidad, al menos nos ha permitido una apertura de ideas y formas”.

Coincide Érika en esas ventajas: “Es un alivio porque cuando escribes para adultos nos ponemos en tono serio y parece que hay que decir cosas muy importantes y reflexiones profundas o conceptos muy claros, pero en el mundo infantil todo es un juego y podemos tirar para otros lados. Hemos hecho música para niños con la misma calidad que si fuera para adultos. Este disco podría ser para adultos si cambiamos las letras”.
Marina añade que a la infancia hay que tratarla con respeto musical e inteligencia,

“y con una riqueza sonora importante. Emilse toca muy bien la flauta, lo mismo Érika al piano, yo le doy el toque del cello, el phonoffidle. Melodías lindas con instrumentaciones diferentes para que no escuchen siempre lo mismo”.

Así han ido hilando canciones con letras que tiran hacia lo absurdo, la ensoñación, la aventura. Desde la diversión de Súper piojo hasta canciones inspiradas en Latinoamérica como Me voy para Brasil o Sueño tropical, pasando por Baila mi rancherita y Canción de bienvenida, donde presentan los instrumentos que dan vida al disco: flauta, cello, phonofiddle, piano, clarinete, contrabajo, batería, percusiones, guitarra y acordeón. “Otro tema es Gato Aregato, que habla de un gato que por despiste termina en Japón, pero la canción tiene un ritmo base del folclore argentino, la chacarera, así que no tiene nada que ver con Japón, pero eso es lo que permite el mundo infantil, todo es posible y todo vale. La rumba oceánica es un tema que Marina pensó como milonga y luego se convirtió por casualidad en una rumba con ambiente de flautas que hace la textura de las profundidades del océano. Y Mundo Muu! es la historia de por qué nos llamamos Muu! y cómo la vida nos ha llevado hacia el campo en esta etapa”, relata Emilse.

Érika nos presenta otro tema más. “Sou feliz tiene tintes brasileños, me gusta mucho armónicamente, por las ganas de viajar, pasear por la playa. Al componer las tres tenemos características muy distintas. Marina tiene mucha capacidad para hacer melodías bonitas (una de las cosas más difíciles que hay) y Emilse es también una persona muy melódica y muy rítmica porque ha trabajado mucho la percusión y tiene tradición de muchos ritmos de Latinoamérica, y yo soy pianista y tengo una parte armónica que disfruto mucho. Así que las tres juntas somos una bomba de relojería”.

Y, además, no han estado solas, añade Marina. “Hemos contado también con aportaciones de los niños y con las colaboraciones de grandes músicos como Pablo Navarro, Coke Santos, Nacho Mastretta, Irene Novoa y Héctor López, y el trabajo de mujeres maravillosas como Lola García en la fotografía y Malena Marlena en el diseño”.

Del aprendizaje que nos dejan niños y niñas, Emilse destaca su capacidad de asombro. “De los peques podemos aprender a conectar otra vez con ese descubrir constante, asombrarse por un timbre simplemente, la sensación de diversión y la naturalidad de las cosas”. Para Érika, la sinceridad: “Los niños no son tontos, se dan cuenta de las cosas. Saben lo que les gusta, se dan cuenta de lo que escuchan. Son muy divertidos, muy sinceros, no tienen filtro. Puede que los adultos, si no les gusta tu concierto, disimulen o no te lo digan claramente, pero los niños son muy directos y eso está genial”.

Respecto a la experiencia de hace unos años en los talleres didácticos, rescata su naturalidad para entregarse al proceso creativo, tal vez porque la infancia no tiene tantos bloqueos como los adultos. “Les dijimos que vamos a componer una canción en los talleres escolares y les pareció la cosa más natural del mundo, se pusieron pico y pala a darlo todo desde los de cuatro años hasta los de once. Los límites los ponemos los adultos muchas veces, les transmitimos dificultades desde nuestros miedos. Lo ideal es ir creando generaciones que sean más libres a la hora de expresarse artísticamente”.

Marina concluye con la idea de recuperar la ilusión y conectar con la importancia de la música y la cultura: “Para nosotras fue importante ese impulso de seguir, aunque hubiera dificultades, días tristones, pero sacarlo adelante. Es época de sembrar y hacer esas mil cosas que no haces porque siempre estás liada; enfocar la energía en el arte nos hizo muy bien. Por suerte nosotras pudimos, tuvimos el tiempo y la energía a pesar de ese momento tan negro”.

En momentos de oscuridad, miedo, incertidumbre y sufrimiento, ellas crearon algo bello para entregárselo a la infancia. Les vinieron las canciones, pero no queda claro de dónde… Repreguntamos. “No tengo ni idea”, responde Érika. “Hay una fase de trabajo clara, como en todo, pero lo que es la inspiración, no sé explicarlo. La magia aparece en momentos cuando vas por la calle y tarareas algo que no sabes de dónde ha venido y coges el móvil para grabarlo y llegar a casa corriendo para trabajarlo al piano. ¿De dónde ha venido eso?”. 

Dentro de la programación de las fiestas de San Isidro, este sábado, 15 de mayo, Muu! da un concierto gratuito en el Auditorio de Conde Duque, en Madrid. A las 18.30 h. Y el sábado 29 de mayo estarán en el Centro Cultural Julio Cortázar, Moncloa-Aravaca, Madrid. A las 12.00 h.

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Comentarios

  • Margarita Cristina

    Por Margarita Cristina, el 31 mayo 2021

    Excelente nota !! Vivo en Neuquen Argentina AMO LA MUSICA y LAS ARTES PARA LAS NIÑECES, TRABAJO AD HONOREM PARA UNA ONGS CULTURAL , ESPERO QUE PRONTO LAS PODAMOS PRESENTAR EN LA PATAGONIA
    HASTA ENTONCES !!!!!
    GRACIAS

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