Nazaret, cultivadora de setas: la mejor agricultora ecológica europea
Soñar nos hace avanzar en la vida y, en ocasiones, cuando se vuelca toda la pasión, esfuerzo y trabajo, los sueños se hacen realidad. Nazaret Mateos tenía un sueño desde que era pequeña: cultivar setas. “Mi afición siempre había sido ir al monte a coger setas y le decía a mi marido que cuando me jubilara, iba a montar un invernadero de setas e iba a estar todo el día cogiéndolas. Y él me dijo que no esperara a jubilarme y que lo hiciera ya”, nos cuenta Nazaret. Su sueño se ha hecho grande, el pasado otoño recibió el premio a la Mejor Agricultora Ecológica Femenina, que otorga la Comisión Europea. Con ella abrimos este año una serie mensual sobre gentes del mundo rural que le están dando vida, habitándolo con nuevas ideas y mucha ilusión.
Dicho y hecho. Hace cinco años, Nazaret decidió dejar su trabajo en la oficina y ponerse a estudiar la legislación y documentación necesarias para dedicarse a cultivar setas y cumplir su sueño. Vivían en Palencia con su hija y Nazaret buscó una finca cerca de la capital. Encontró una de la que se enamoró a 20 minutos de Palencia, en Paredes de Nava. “Me enamoré de la finca, porque era lo más parecido a lo que yo conocía de Zamora, de la Sierra de la Culebra donde me crie; tenía río, tenía chopera”, explica Nazaret.
La finca tenía una casa de mediados del siglo XIX en bastante mal estado; con la venta de su piso de Palencia, la rehabilitaron y decidieron irse a vivir a Paredes de Nava. Su marido y su hija siguen yendo a Palencia al trabajo y al colegio, y las tardes las pasan juntos en el pueblo. Nazaret cuidó durante la pandemia de la finca, sacando adelante las setas.
Un método único
La metodología que utiliza Nazaret en el cultivo de setas es única en Europa y le ha valido el Premio a la Mejor Agricultora Ecológica Femenina, que otorga la Comisión Europea. “Ha desarrollado un método de cultivo único que maximiza la calidad del producto, minimizando al mismo tiempo los insumos y reduciendo drásticamente el consumo de agua”, destaca el fallo.
Su producción de setas tiene un impacto medioambiental cero y el gasto hídrico es el mínimo. Frente a una explotación convencional de setas, que consume 5.000 litros al día, la de Nazaret consume sólo 100 litros diarios. Esto es gracias a que han mantenido las cubiertas vegetales de los invernaderos, que, aunque dan más trabajo que el hormigón, resultan más beneficiosas. “Estamos en una zona seca y que hagamos un despilfarro de agua no es justo ni para nosotros ni para el medio ambiente”, señala.
Al tener cubiertas verdes, por la noche la humedad generada se condensa y precipita con el cambio de temperatura al amanecer, se produce un autorriego de las cubiertas y así se mejora la capacidad de retención y se disminuye el gasto de agua. Y el excedente pasa a los acuíferos y al río.
En la finca hay invernaderos con malla de sombreo donde cultivan las setas; fuera de la finca dispone de zonas de experimentación donde realizan pruebas con diferentes tipos de micelios –una especie de estructura de raíces de los hongos–, para ver cómo evolucionan y cómo se pueden aplicar a zonas de montes y fincas particulares, y que se pueda sacar un rédito en setas.
Cultivos de rotación adaptados
Cultivan 14 variedades de setas, con rotaciones de cultivo para adaptarlos a las temperaturas y no tener que utilizar equipos de aclimatación. Así, en verano con las altas temperaturas de Castilla, cultivan setas tropicales que necesitan más calor y ciclos de luz más largos, y no tienen que poner equipos de frío.
¿Se está notando el impacto del cambio climático en las setas? “Se nota mucho; llevamos un retraso de 20 días al plantarlas y esto lo hemos notado en solo cinco años. Es una barbaridad”, afirma Nazaret.
Las setas frescas recién cortadas se comercializan a través de EntreSetas. Reciben los pedidos, cortan las setas por la tarde y se reciben en casa antes de las 13.30 del día siguiente. La venta es online, con grupos de consumo y listas de difusión del entorno de Palencia.
Nazaret cuenta con la ayuda de 89 recolectores de setas silvestres en el monte que recogen durante los dos meses de temporada que empieza en octubre. La mayoría son jubilados que conocen el monte, cuidan de él y les pagan por recolectar en la Montaña Palentina y en la Sierra de la Culebra. Termina Nazaret reconociéndonos que este otoño la temporada de setas silvestres ha sido fatal por la escasez de lluvias.
COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.
Comentarios
Por Alicia, el 05 enero 2023
Enhorabuena por tu artículo, María, me ha encantado.
Por Manel de Catalunya, el 05 enero 2023
A LOS QUE NOS GUSTAN TODAS LAS SETAS (COMESTIBLES, CLARO) ESTE TRABAJO NOS PARECE APASIONANTE.
DE LAS SILVESTRES, LAS MÁS APRECIADAS POR MI, SON EL NISNALO Y LA BLANCA DE CHOPERAL.
Salut i República.