Olga de Dios, entrevista a una rana de tres ojos

La artista Olga de Dios junto a su personaje 'Rana de tres ojos'.

La artista Olga de Dios junto a su personaje ‘Rana de tres ojos’.

La artista Olga de Dios junto a su personaje 'Rana de tres ojos'.

La artista Olga de Dios junto a su personaje ‘Rana de tres ojos’.

Hoy visita ‘El Asombrario Recicla’ Olga de Dios , una de las ilustradoras españolas con más proyección y también con más conciencia ‘verde’ en las historias que cuenta (‘Leotolda’, ‘Pájaro Amarillo’, ‘Monstruo Rosa’). No ha venido sola a la entrevista; se ha traído a ‘Rana de Tres Ojos’ (Apila ediciones), protagonista de su nuevo álbum infantil. Una rana que crece en un lugar contaminado y ha de ponerse un traje de rayas para poder bañarse; una rana que cree que se pueden cambiar las cosas desde el trabajo en colectividad.

Tu nuevo libro comienza con una dedicatoria a todas las personas que cada día trabajan por defender nuestro planeta”. Concrétanos más: ¿A quiénes admiras, a quiénes deseas darles las gracias?

Con este libro quería rendir un homenaje a las personas que deciden arriesgarlo todo por defender el medioambiente. Activistas que en muchas ocasiones han perdido la vida defendiendo nuestro planeta frente a algunos intereses económicos de explotaciones no sostenibles. Hay casos muy mediáticos, como el asesinato de Berta Cáceres, pero no es el único; desafortunadamente hay muchas agresiones, amenazas y asesinatos de activistas medioambientales y en la mayoría de los casos los culpables de estos crímenes quedan impunes.

Preséntanos a tu nuevo personaje, ‘Rana de Tres Ojos’.

Rana de Tres Ojos es la primera rana que nace con tres ojos. Tiene que saltar muy alto para entender lo que sucede y descubrir las causas de la degradación de su hábitat. Ante la inicial frustración, esta rana decide buscar alianzas con las que afrontar el reto de cambiar el rumbo de las COSAS.

Los anfibios, como tu rana, figuran entre los grandes damnificados por el deterioro de la capa de ozono, por el cambio climático, por la contaminación, por el abuso de plaguicidas en la naturaleza… Por el deterioro, en fin, del entorno. ¿Elegiste una rana por eso?

Por supuesto que sí. Inicialmente yo creé este personaje para mi primer libro, Monstruo Rosa. En ese momento era un personaje secundario, tenía tres ojos y vestía un traje de rayas. Yo no sabía cuál sería su destino. Unos años después, decidí que quería crear una historia en la que hablar de las consecuencias de nuestro sistema de consumo irresponsable e incontrolado. Para entonces, esta rana ya era un personaje popular entre mis peques lectores y me pareció la protagonista más adecuada para este libro.

Una rana que nace con tres ojos me permitía poner a los lectores y lectoras en la sensible piel de un anfibio para entender las consecuencias de la degradación del medioambiente.

En este cuento sale la enorme fábrica de cosas nuevas, que llena todo de objetos superfluos, que no necesitamos. ¿Preocupante el excesivo consumismo, el despilfarro, incluso de comida? ¿Cómo es tu acercamiento a este problema? ¿Cómo fomentar el consumo responsable?

En este libro planteo la degradación del entorno como algo ligado a nuestro sistema y modelo de consumo. De una manera muy sencilla intento transmitir a niñas y niños lo importante que es reducir nuestro consumo, pero al mismo tiempo intento plantear otros modelos de consumo y de producción posibles. No quería limitar el mensaje a que las soluciones se reducen a cambios de comportamiento individuales, porque sería ingenuo, irreal e injusto. Los personajes de este cuento consiguen mediante un trabajo colectivo transformar esa fábrica de cosas nuevas en un lugar que fomenta la reducción del consumo, además de la reutilización y el reciclaje. Todo ello mediante el uso de energías renovables y medios de transporte sostenibles. Estos cambios mejoran considerablemente su entorno y su salud. En mi opinión, considero que debemos ligar el concepto de salud al cuidado del medioambiente desde la infancia.

Rana de tres ojos en su charca contaminada. Ilustración de Olga de Dios.

Rana de Tres Ojos en su charca contaminada. Ilustración de Olga de Dios.

Rana de tres ojos en la fábrica de hacer cosas.

Rana de Tres Ojos en la fábrica de hacer cosas.

Reducir, Reutilizar, Reciclar. ¿Por qué crees que no se nos termina de meter el principio de las 3Rs en la cabeza?, ¿tan difícil resulta cambiar nuestro estilo de vida?

Pienso que durante mucho tiempo se ha transmitido la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo como un esfuerzo extra que debemos hacer. Como si ejercer un consumo responsable significara renunciar a nuestras comodidades, y esto no tiene por qué entenderse así. Cuando digo que debemos ligar el concepto de salud al cuidado del medioambiente, me refiero a hacer sentir a las nuevas generaciones el cuidado del medioambiente como un acto de amor propio y nunca como un sacrificio. Transmitir el cuidado del medioambiente como un acto de solidaridad con todas las personas y de agradecimiento por poder disfrutar de todo lo que nos ofrece este fantástico planeta.

¿Tú te lo aplicas en tu vida cotidiana, en tu entorno?

Yo vivo en el centro de Madrid. Como en cualquier ciudad grande, se hace muy complicado ejercer modelos de vida sostenibles, pero cada vez hay más personas trabajando por generar alternativas. En muchos barrios existen grupos de consumo que ofrecen posibilidades de comprar alimentos producidos y distribuidos de forma sostenible. En estos grupos, además, de manera colaborativa se reflexiona sobre el origen de los productos y la deslocalización de los centros de producción. Se ofrece otra manera de consumir mediante la colaboración con productores locales. También podemos reducir envases pues cada día hay más opciones de comercios a granel que nos permiten reutilizar envases y evitar la sobreproducción de plásticos. Sobre el uso de medios de transporte, también hay cada vez más opciones sostenibles. Además del transporte público, aparecen más alternativas para la bici y el vehículo eléctrico de alquiler colectivo.

En mi día a día participo de estas iniciativas e intento fomentarlas en mi entorno. Sin embargo, como decía antes, tenemos que conseguir cambios estructurales y tenemos la responsabilidad de exigir a quienes toman decisiones políticas y económicas que afronten el reto de buscar soluciones.

En la contraportada de tu nuevo libro leemos: “Un cuento para ilusionarnos con la búsqueda de soluciones comunes”. Pájaro Amarillo ya estaba en esta línea. ¿Perteneces al grupo de los/las optimistas? ¿Estamos a tiempo de cambiar y apostar por un nuevo pacto con el planeta?

Por supuesto, yo soy una persona optimista y eso se refleja en mi trabajo dirigido a la infancia. Rana de Tres Ojos transmite a niñas y niños la posibilidad de superar las frustraciones y la utilidad de la búsqueda de alianzas. Considero que es necesario invitar a las futuras generaciones a ser parte de la búsqueda colectiva de soluciones.

En otros cuentos tuyos defiendes claramente la diversidad, a quienes son diferentes, la igualdad en todos los sentidos. Ahí tenemos a Monstruo Rosa. Eso es la biodiversidad, tan importante mantenerla en la naturaleza. En la sociedad, también. Respecto a estos temas –diversidad, respeto al diferente, igualdad-, ¿crees que hemos dado pasos firmes hacia delante o que aún queda mucho, incluso en la conciencias de la gente?

Hemos avanzado en muchos ámbitos, pero todavía debemos generar más referentes y más diversos para la infancia. Trabajo por sensibilizar sobre cómo la diversidad enriquece nuestra sociedad al igual que la biodiversidad enriquece el medioambiente.

En tu contacto, tan estrecho, con niñas y niños, ¿ves que entienden el problema del deterioro del planeta, lo tienen en la cabeza, se acercan con facilidad a él?

Sí, la infancia tiene mucho sentido común y en general entiende muy bien los problemas. Es más, considero que en muchos hogares las niñas y niños actúan como agentes de cambio para las conductas de su familia. Así me lo transmiten en muchos talleres y encuentros; hay veces que son las niñas y niños quienes explican a sus mayores algunos conceptos que trabajan en el aula.

¿Por qué usas licencia ‘creative commons?

Creo que es muy importante diferenciar la creación de las obras de su explotación comercial. Yo como creadora trabajo por el bien común. Trabajo para que mis obras lleguen a la gente y sean útiles para las familias y la infancia. En ese sentido, he encontrado en la cultura libre y las licencias creative commons una vía de distribución de mi trabajo más coherente con estas ideas.

Si te interesa leer mi libro puedes descargarlo libremente en mi web. Si quieres contribuir a su creación con un donativo, puedes hacerlo. Y si quieres adquirir un ejemplar impreso puedes hacerlo a través de las librerías, dado que he firmado acuerdos comerciales con editoriales. En este caso pagarás por el trabajo editorial, de distribución y venta, y una parte pequeña irá destinada a la creación. Considero que visibilizar estas estructuras favorece que la gente se conciencie con el valor de la creación. Esta libre distribución también me permite llegar a contextos donde la industria editorial no llega por falta de interés comercial. Me refiero a países o lugares donde no se distribuyen libros o son inaccesibles para la mayoría de la población. En algunos de esos contextos se habla español y mi trabajo resulta de utilidad.

Rana de tres ojos con sus amigos trabajando en equipo para recoger las cosas.

Rana de Tres Ojos con sus amigos trabajando en equipo para recoger las cosas.

A rana de tres ojos le gustan los finales felices.

A Rana de Tres Ojos le gustan los finales felices.

Le das mucha importancia al trabajo de los profesionales de la educación…, y de ahí tu deseo de compartir tus trabajos con ellos.

Por supuesto, yo creo libros, pero estos libros necesitan de muchas personas para llegar a la infancia. En esa cadena, el trabajo de profesionales de la educación es imprescindible.

¿Cuáles son para ti los principales problemas de medioambiente que tenemos ahora planteados en el mundo?, ¿y en España?

El cambio climático, la extinción de especies y pérdida de biodiversidad, la excesiva generación de residuos y la contaminación oceánica, la agricultura insostenible que lleva a la deforestación, el urbanismo descontrolado e irresponsable, el consumo de energía de combustibles fósiles y su impacto ambiental, la escasez de agua en algunas zonas…

En España sufrimos claramente el cambio climático en las últimas décadas. Seguimos sin disponer de alternativas reales de energía sostenible. El urbanismo sigue siendo un negocio por encima de una vía para fomentar la arquitectura sostenible. La gestión de residuos es dudosa, casos como el incendio en el vertedero de neumáticos son bochornosos. La falta de conciencia en el fomento del comercio de proximidad, el asumir como habitual que se cultiven productos en el otro lado del mundo y recorran el planeta para llegar a nuestra cocina. Esto se traslada a todo, también a la industria editorial. Se entiende como normal imprimir libros en el otro lado del mundo para venderlos en España. Prácticas de este tipo son habituales en muchas empresas alegando reducción de costes.

¿Y por dónde tendríamos que empezar para arreglar los desperfectos?

No lo sé, supongo que la generación de conciencia es imprescindible. Debemos hablar más de ello y hacer que esté más presente en los programas electorales, en los despachos donde se toman decisiones, en las discusiones de los bares y en las conciencias de toda la ciudadanía.

Ya puestos, Olga, un mensaje para la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, experta en cambio climático.

Debemos exigir a los gobiernos que inviertan tiempo y dinero en buscar soluciones a los daños causados y en proponer alternativas. Veo necesario invertir más en educación medioambiental

¿Tienes ahora más proyectos relacionados con lo verde?

Ahora estoy trabajando en un nuevo proyecto que se ambienta en la malicia de nuestro sistema. Dentro de ese libro estoy exponiendo de una manera crítica las vías que este sistema fomenta para la búsqueda de nuestra satisfacción. Muchas de estas críticas van enfocadas a la falta de consideración con nuestro planeta.

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