Películas, series y documentales para repensar el papel de los hombres

Un fotograma de la película ‘Chevalier’.

¿Puede ayudar el cine a reflexionar sobre las nuevas masculinidades, el papel de los hombres en este mundo cambiante y el avance hacia una sociedad más justa e igualitaria? Les hemos pedido a representantes de la Asociación de Hombres por la Igualdad y de Masculinidades Beta que nos propongan algunas películas, series y documentales que ayuden en el camino.

La capacidad de una buena historia para emocionar, hacer pensar, cambiar patrones de pensamiento e inspirar a la acción es algo que el cine no ha subestimado desde que la gran pantalla (y luego las pequeñas pantallas) abrieron esas ventanas a otros mundos. Imagen y sonido para reflejar lo externo y, sobre todo, lo interno. Por eso las películas son una herramienta muy útil para abordar diversas temáticas, generar debate y reflejar otros modelos. Como en otros espacios, es habitual que las asociaciones de hombres que llevan años trabajando el concepto de masculinidad realicen actividades de videoforum para compartir inquietudes y encontrar temas para el diálogo entre las historias, escenas y personajes que aparecen en las pelis.

“La perspectiva es básica a la hora de ver, comprender y construir la realidad y en ese sentido los medios y la cultura juegan un papel fundamental, debiendo promover y visibilizar la existencia de nuevos referentes de hombres, de nuevas masculinidades distintas de la hegemónica y tóxica, y promocionar nuevas formas de ver la realidad, desde una mirada feminista, igualitaria que visibilice y nos ayude a comprender las injusticias, la desigualdad de género y las violencias que los hombres cometemos con las mujeres”, explica Juan Miguel Garrido Peña, miembro de AHIGE (Asociación de Hombres por la Igualdad de Género)  y autor del libro Mi Traje de Hombre. Una mirada feminista de la masculinidad (Ediciones Bellaterra). “No podemos olvidar que patriarcado y machismo se sustentan sobre una cultura de signos, imágenes, estereotipos, roles, falseamiento de la historia, publicidad, que hacen posible que en el siglo XXI aún nos quede tanto por camino por recorrer”.

Algo en lo que también coincide Miguel Lázaro, cofundador de Masculinidades Beta (asociación mixta que busca generar diálogo y estrategias que promuevan el cambio de los hombres hacia la igualdad). “Las películas nos permiten empatizar con otras realidades o reinterpretar la nuestra a través de otras miradas. Nos ayudan a reconocernos, pero también a ponernos en otros lugares, a imaginarnos en otras situaciones. Son herramientas muy poderosas y con un enorme potencial de transformación. Y a la vez de mantenimiento del statu quo, que es lo que han hecho mayoritariamente”.

Respecto a los grandes desafíos a los que se enfrentan los hombres en la actualidad, desde AHIGE señalan la importancia de reconocer que el modelo de masculinidad imperante ha ejercido su poder desde los privilegios, socializando a los hombres en las jerarquías, la superioridad, el control, la ira y la agresividad como método de solución de conflictos para defender su posición y ejercer su control. “Es necesario reflexionar sobre nuestra posición como hombres y el grado de responsabilidad que tenemos en las desigualdades y las violencias que sufren las mujeres. Deconstruir nuestra masculinidad para cambiar los valores sobre los que hemos construido nuestra identidad y sustituirlos por otros más amables e igualitarios”. Juan Miguel añade que es importante comprender el daño que el patriarcado también causa a los hombres en lo humano, afectivo y emocional, levantando barreras que les impiden exteriorizar sentimientos, aislándolos afectivamente. “Aprender a relacionarnos desde la igualdad y la no violencia, afrontar los cuidados como una de nuestras revoluciones pendientes, ésa que nos hará mejores hombres”.

Desde Masculinidades Beta destacan entre esos desafíos “el problema para romper con el sistema sexo-género porque nos beneficia y nos da miedo salirnos del esquema que hemos aprendido. Necesitamos desafiar nuestra subjetividad y esforzarnos por ver la realidad de otras maneras, y para ello es imprescindible escuchar a las mujeres y empatizar con ellas. Y escucharlas a todas, no solo a las que defienden la versión del feminismo que nos resulta más cómoda. Otro desafío enorme es romper el corporativismo masculino, ese pacto entre hombres para reproducir y sostener las versiones más dañinas, violentas y misóginas de nuestra existencia”.

Sobre el trabajo consciente que desde hace tiempo están realizando hombres en colectivo o de forma individual, Miguel Lázaro apunta que hay que seguir investigando y probando cómo profundizar en él. “Los hombres de hoy en día debemos asumir que nuestro trabajo personal y relacional va a durar todas nuestras vidas, y exige un esfuerzo constante para crear un mundo en el que las generaciones venideras no estén educadas en el machismo”.

Por su parte, Garrido destaca “el coraje y el valor que hay que tener para ser capaz de deconstruirse, de reconocer la responsabilidad y el error, de asumir que es necesario un cambio en el modelo de hombre que somos, en la forma que tenemos de entendernos y entender la vida y el mundo y los esfuerzos por abandonar el machismo y las conductas violentas”. También nombra “la confusión e indefinición propia de quienes estamos aún comenzando un proceso de cambio, sobre todo en la posición que como hombres hemos de ocupar en la lucha por la igualdad de género en los espacios públicos y en los privados de la casa”.

¿Qué películas, series o documentales nos proponen para acompañar este camino?

No soy un hombre fácil (2018, Francia). De Eleonore Pourriat. El protagonista tiene todos los beneficios de vivir en una sociedad patriarcal. Tras un golpe en la cabeza, despierta y se encuentra en una realidad alternativa donde los roles de género se invierten y donde él experimenta el sexismo.

Genderbende (2017, Holanda). De Sophie Dros. Documental que cuenta la historia de cinco jóvenes que no se sienten ni hombres ni mujeres. Cinco personajes de “género fluido” que brindan un momento de reflexión: ¿en qué grado nos sentimos masculinos o femeninos?

Nadie nos mira (2017, Argentina). De Julia Solomonoff. Un actor argentino decide probar suerte en Nueva York, pero pronto descubre que su aspecto físico no encaja y termina trabajando como cuidador de un bebé a través del cual conoce a un grupo de niñeras latinas y descubre las vivencias de otras personas migrantes.

Todas las mujeres que conozco (2018, España). De Xiana do Teixeiro. Las vivencias de mujeres diversas evidencian cuán masculinizada y violenta sigue siendo la calle hoy en día.

Ander (2009, España). De Roberto Castón. Un hombre vive en un caserío con su madre y su hermana, lleva una vida rutinaria hasta que un día se rompe una pierna, por lo que la familia contrata a un inmigrante peruano para realizar las tareas. Su llegada modificará su vida, ya que empiezan a surgirle sentimientos que no sabía que tenía, provocándole un fuerte conflicto interior.

Chevalier (2015, Grecia). De Athina Rachel Tsangari. Un grupo de hombres en mitad del mar compiten en un juego para descubrir quién es «el mejor hombre».

La máscara en la que vives (2015, EE UU). Jennifer Siebel Newsom. Documental norteamericano pionero en esta temática.

Clonar a un hombre (España, 2020, de Iván Roiz) y El Círculo (España, 2020, de Iván Roiz y Álvaro Priante). Documentales que exploran qué es la masculinidad a través del testimonio de hombres comunes; buenas herramientas para tomar contacto con la construcción de género para desafiarla.

– Series como After life, The good place y Our flag means death recogen arquetipos de hombres y mujeres que rompen los estereotipos y ridiculizan la masculinidad hegemónica.

Para Miguel Lázaro también es interesante revisar películas antiguas: “Como Conan el bárbaro, una película de 1982 que si en su día se convirtió en un icono del macho alfa, hoy en día, ante los cuerpos híper-musculados de muchos actores y la violencia del cine actual, parece incluso blandita. Incluso la escena de sexo está muy lejos de la violencia sexual a la que nos tiene acostumbrados el cine actual”.

Tres recomendaciones más:

– Historia de un matrimonio (2019, EE UU). De Noah Baumbach. Muestra lo tóxico de la masculinidad en las relaciones de pareja.

– El último duelo (2021, EE UU). De Ridley Scott. En el guión y en el reparto, estrellas como Matt Damon y Ben Affleck. Aborda una violación y cómo la viven e interpretan la víctima, el violador y la pareja de ella.

Call me by your name (Italia, 2017). De Luca Guadagnino. Porque desarrolla de una forma preciosa el homoerotismo.

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Comentarios

  • Santiago

    Por Santiago, el 29 agosto 2022

    Los hombres no habremos aprendido nada hasta que podamos dejarnos de términos como “nuevas masculinidades” y hablar de “feminizarnos”, pero nos aterra que esa feminidad se lea como homosexualidad o, peor aun, como acercamiento a la mujer.
    Nueva masculinidad es como decir nuevo racismo. Dejemos de unir masculino con hombre y femenino con mujer. Si la masculinidad tóxica nos afecta negativamente a todes, lo que debemos buscar es feminizarnos todes. Y eso no modifica nuestras preferencias sexuales ni nuestra capacidad para arreglar un coche ni nos obliga a cuidarnos más el pelo. Solo nos obliga a abandonar, de la categoría “masculinidad”, aquello que nos duele y nos resulta ajeno o negativo.

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