Por qué Logroño es ciudad-piloto hacia urbes más amables

Inauguracion del Parque Felipe VI. Soterramiento de la estación de tren y autobuses. Foto: Justo Rodriguez

‘Logroño próximo’ es el nombre que se le ha dado al acercamiento de un municipio con sus ciudadanos. La capital de La Rioja busca con entusiasmo convertirse en un modelo de ciudad sostenible e inclusiva, y en esa dirección da sus primeros pasos, en tanto ‘ciudad-piloto’ de la Agenda Urbana Española. Con la recién aprobada ley de Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades de más de 50.000 habitantes, nos acercamos a Logroño para comprobar sobre el terreno cómo camina hacia una ciudad más amable.  

Necesitamos reducir de forma drástica los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera y esta es, hoy, una frase incontestable que exige acción (y, desde luego, estar a la altura de la  urgencia climática). De hecho, Europa se ha comprometido a rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para 2030. Nada más y nada menos. Y en apenas siete años. Esto significa que a las ciudades no debería quedarles más opción que ponerse manos a la obra e intentar aproximarse a ese horizonte con medidas que, de una vez por todas, prioricen a las personas en lugar de dejar pasar el tiempo y el hollín por los escapes y las chimeneas. Por fin, además de todo lo discutido sobre contaminación del aire, hay que hablar seriamente del espacio público que falta porque lo ocupan los coches.

En España, uno de esos municipios que se ha postulado voluntariamente para alejarse del humo y servir de ejemplo en sostenibilidad e inclusión es Logroño, capital de La Rioja, una ciudad de 150.000 habitantes, que hace un año se convirtió en ciudad-piloto, en su categoría, para desarrollar planes de acción previstos en el marco de la Agenda Urbana Española, propuesta por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

El modo en que, en su caso, se encaró dicha agenda urbana fue a través de los diagnósticos por áreas, para los que se recabaron las sugerencias del Consejo Social (asociaciones profesionales, vecinales y empresariales y organizaciones del tercer sector), según explicaba días atrás la directora general de Urbanismo Estratégico, Pilar Sampedro, a un grupo de periodistas. A continuación, entre los nuevos planes y los proyectos que ya había en marcha en el ayuntamiento se seleccionaron 47, de los cuales 21 fueron establecidos como estratégicos para la ciudad, contra el cambio climático y para las personas, por lo cual, sujetos a monitorización permanente (@logronoproximo).

Estos tres ámbitos, Ciudad, que contempla el medio físico; Clima, para incidir en la crisis ambiental que afecta a la ciudad, y Personas, en torno a las necesidades de la ciudadanía y lo económico, se comunican a través de la plataforma Logroño próximo, donde puede consultarse cómo las medidas refuerzan la senda hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El Ebro, la arquitectura, las rutas del vino y el Camino de Santiago

En conjunto, la aplicación de estos protocolos políticos pretende consolidar el desarrollo sostenible como uno de los rasgos identificativos de la estrategia de ciudad de Logroño, así como de su proyección hacia el exterior. La sostenibilidad como impronta de las actividades cotidianas de sus habitantes abarca hasta las orillas urbanas del río Ebro –sublime presencia que se ha renaturalizado, con especial consideración de las zonas inundables–, y la revalorización del tramo céntrico (peatonal) del Camino de Santiago dedicado al enoturismo, con la restauración de sus calados y lagares de vino riojano.

“Antes pensábamos en el fluir del vehículo y no en el bienestar del peatón”, sostiene, con convicción, Pablo Hermoso de Mendoza, el alcalde. A su juicio, el imperativo actual de las ciudades pasa por “reordenar el espacio público para hacer actividades diversas que tienen que ver con el juego, con el paseo, con la conversación o, en el caso de Logroño, con encuentros como Concéntrico (en arquitectura) o Cuéntalo (en literatura)” .

Casa de las Ciencias junto al río Ebro a su paso por Logroño.

Primera tarea: despejar el asfalto de sombras de lata

No es una utopía: las ciudades pueden dejar de ser un gran almacén de coches aparcados. Quizá esta fuera de las pocas buenas lecciones que quedaron tras los confinamientos. Porque, con la pandemia, la ciudad (todas las ciudades) pudo mirarse sin prejuicios. Esto es lo que constataron los urbanistas de referencia que, antes del confinamiento, luchaban contra molinos de viento, porque el acero de los coches era el protagonista indiscutido y excluyente de la vida en comunidad, en casi cualquier lugar del mundo.

Con los cierres perimetrales, las calles se inundaron de gente (además, los parques estaban cerrados), el asfalto se peatonalizó de lado a lado, y esa invasión de cuerpos de carne y hueso hizo que los conflictos surgieran entre los ciclistas, los que hacían deporte a pie o los que caminaban despacio. La conclusión clara fue que no bastaba con peatonalizar un carril, sino que había que ampliar superficies peatonales.

Esto de experimentar la apropiación del asfalto e ir quitando coches de las calles poco a poco (desde el urbanismo se recomienda actuar con paciencia y educación) es parte de la tarea que han comenzado ya a realizar en Logroño. “Somos muy de la doble fila y de coger coche para hacer medio kilómetro”, sostiene el alcalde de Logroño. Su preocupación, además de la salud y de que se pueda caminar respirando un aire menos contaminado, es la seguridad de los peatones, sobre todo las más vulnerables, frente a los accidentes de tráfico en las vías urbanas.

“Somos una ciudad donde el 20% de la población (como en casi todas) ya es mayor de 65 años, y la gente mayor suele estar expulsada de las grandes ciudades; incluso llegan a tener sentimientos de culpa cuando, al cruzar una calle, hacen demorar al coche”, argumenta Hermoso de Mendoza. Y agrega: “El sueño es que los chavales puedan ir al cole en bicicleta sin temor a ser atropellados”.

Ya había modelos de referencia en ciudades con zonas de estricta preferencia peatonal, como las supermanzanas, en Barcelona. En ese modelo, y sin desperdiciar solar alguno, la ordenación urbana se basa en agrupar varias manzanas en células, con calles interiores solo para residentes y las calles exteriores de las células destinadas al tráfico general, uniendo toda la ciudad. La mayoría de las calles de dentro sirven de circulación para residentes, sin tráfico de paso.

Entonces, como en esos núcleos en que se ensayan las supermanzanas, Logroño comenzó simplemente a pintar el suelo, poner unos letreros y delimitar nuevas zonas prohibidas al tráfico, que han ido ganando usuarios y olvidando que un día fueron únicamente calzadas para autos. Una vez que las personas se acostumbran a los nuevos usos, se ejecutan las obras definitivas, que pueden consistir en subir la calzada al nivel de las aceras y transformar los bordillos en rampas.

Reurbanización de la zona de República Argentina en Logroño. Antes de la actuación.

Reurbanización de la zona de República Argentina en Logroño. Después de la actuación.

El año pasado, Logroño recibió el premio ‘Ciudades que caminan’ por su impulso a la movilidad sostenible y aquello fue otro aliciente para consolidar lo que había empezado con la pandemia, según el alcalde. Las ciudades humanas, amables y la reordenación del espacio público tienen que ver con esto, a decir de Hermoso de Mendoza, que comenta que las felicitaciones espontáneas que recibe por la calle provienen de gente mayor, que le agradece que haya más pasos de cebra, pequeños, con una isleta en medio para poder descansar. “Cuando se hacen pequeñas intervenciones de este tipo, la gente lo tiene muy en cuenta”, asevera. ´

Hay soluciones baratas para la ciudad, que cambian su aspecto y su cadencia humana, vuelven a oírse los pájaros y chirrido de los frenos de una bicicleta. Esto se palpa en el “área pacificada” del barrio popular logroñés Madre de Dios, especialmente en los alrededores de la biblioteca Rafael Azcona. Otras actuaciones para ganar terreno para el peatón, con nuevo arbolado, renaturalización de jardines y bancos es el parque Felipe VI, junto a la estación de trenes, con el diseño paisajístico a cargo de Teresa Gali-Izard. En este último caso, se trata de practicar “nuevas centralidades” y “sacar la ciudad hacia el sur, a los polígonos”, apunta Jaime Caballero, concejal de Desarrollo Urbano.

Nodos de vida, caminos del deseo y feminismo con todas las letras

Entre los conceptos y nuevas expresiones que se oyen entre los funcionarios y concejales del ayuntamiento de Logroño, llaman la atención los “nodos de vida” (espacios urbanos pacificados, con menos coches y ruido); “los caminos del deseo” (cruces naturales de las calles, o los que la gente habilita porque son los lógicos, aunque no estén demarcados, en cada bocacalle, por ejemplo); la “renaturalización de alcorques y jardines” (praderas en las que crecen hierbas y flores silvestres en lugar del césped de un campo de golf); “las nuevas centralidades”; “el escudo verde” (para avanzar desde el concepto de lo ornamental hacia un urbanismo verde); la labor comunitaria para cohesionar a poblaciones escindidas de la vida barrial o el “sacrificio cero” (para evitar que en las perreras se mate a animales callejeros).

En este nuevo panorama de expresiones con sentimientos cabe, por supuesto, un rincón de igualdad, albergado en el luminoso edificio que se ha asignado al Laboratorio Feminista, creado en 2020, y donde se respira alegría por lo que se va consiguiendo, en especial, porque el espacio se comparte con asociaciones y vecinas que parecían haberlo esperado toda la vida.

La Concejalía de Igualdad y Convivencia promueve, desde 2019, “políticas transversales” y por eso está adscrita a la Alcaldía, con presupuesto propio y personal especializado, en palabras de su responsable Eva María Tobías. Contar con este laboratorio participativo, así como con el espacio llamado ‘Una habitación propia’, en la biblioteca Rafael Azcona, y haber creado la figura permanente de una agente de igualdad permite promover la formación del funcionariado en perspectiva de género, orientar a las ciudadanas, ofrecer instalaciones para que los vecinos puedan realizar talleres, presentaciones y exposiciones, y difundir la labor de las riojanas comprometidas con la lucha política.

Este es, para el alcalde, el camino más directo para que la capital de La Rioja se convierta en un lugar “más humano, justo y resiliente”.

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Comentarios

  • juan diez del corral

    Por juan diez del corral, el 13 enero 2023

    Por suerte, en Logroño hay más gente y más opiniones que la aquí expuesta, y tenemos puestas nuestras esperanzas en que toda esta basura intelectual sobre el Urbanismo desaparezca de nuestra ciudad en cinco meses.

  • Carlos

    Por Carlos, el 13 enero 2023

    !Muy chulo el artículo!
    Qué idílico es vivir el Logroño, ciudad modelo… Pero para ricos, desocupados, políticos, paseantes, turistas, terraceros, pensionistas…
    Porque como seas de los que producen y con sus impuestos sostienen estás políticas insensatas y sectarias, como tengas un negocio al que llevar género con tu furgoneta, como tengas 20.000 quehaceres todos los días para poder subsistir, como tengas que llevar a los críos al cole antes de salir zumbando para el curro, como tengas que hacer la compra familiar ( bueno en ese caso te vas a un hipermercado con aparcamiento y solucionado. Las tiendas de ciudad que sigan aguantando y cotizando)…
    Decía que si estás en cualquiera de estas situaciones Logroño te resulta hostíl y estresante.
    Hay un lema en la parte trasera de los autobuses urbanos que dice: «llegas antes si dejas el coche en casa», ja, ja, ja.
    Y para qué lo he comprado? Para qué he pagado el IVA de su compra? Y el impuesto de circulación que religiosamente abono a este Ayuntamiento? Para qué?
    Para financiar carriles bici sin ninguna bicicleta, arbustos en mitad de la calzada, bancos y jardineras que nadie usa, calles muertas y locales comerciales cerrados…
    Qué daño hace gobernar cuando ponemos como guía la cerrazón y la ideología extrema, Sr. Hermoso. Revise sus declaraciones y sobre todo sus acciones y verá cómo su foco va contra algunos, que en realidad somos todos, menos cuatro.
    Sí a la ciudad limpia, verde, descontaminada, humana, lógica y sostenible. Sí a la bicicleta, al deporte, al ocio…
    Pero de otra forma, que seguro la hay querido alcalde de esta nuestra maravillosa ciudad. Y olé!

  • José Milla

    Por José Milla, el 14 enero 2023

    Por desgracia en Logroño tenemos una oposición reaccionaria que, pese a tener una ciudad llana y no muy extensa, prefiere ir en coche hasta el bar de la esquina y disfruta de una ciudad abarrotada de vehículos y humo.

    Por desgracia esa oposición está llevando a cabo una campaña de acoso y derribo al actual equipo de gobierno local basada en argumentos absurdos y populistas del nivel «el pequeño comercio de la ciudad se va a hundir porque la gente no puede aparcar en doble fila para comprar»(sic).

    Por suerte, como el propio Pablo Hermoso de Mendoza ha explicado en alguna entrevista, ningún equipo de gobierno futuro va a revertir los cambios llevados a cabo por el actual ni va a volver a ideas sobre el urbanismo obsoletas hace décadas, por mucho que ahora vendan otra cosa y prefieran remar en contra del proyecto de ciudad sostenible y para las personas con el único fin de volver al poder basándose en la intoxicación y la desinformación.

  • Juan Valdez

    Por Juan Valdez, el 14 enero 2023

    A ver si gana las próximas elecciones la derecha y se dedica a poner la economía en orden y dejar de gastar el dinero en toda esta mierda.

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