Retrato de un héroe anónimo en la National Portrait Gallery

Detalle del retrato del héroe de guerra Simon Weston en la National Portrait Gallery de Londres.

Detalle del retrato del héroe de guerra Simon Weston en la National Portrait Gallery de Londres.

Detalle del retrato del héroe de guerra Simon Weston en la National Portrait Gallery de Londres.

Allí están Shakespeare, Isaac Newton, Cromwell, Dickens, Darwin, Churchill… Y ahora también un hombre anónimo, héroe de guerra llamado Simon Weston. Contamos su historia y cómo su rostro logró colarse nada menos que en la National Portrait Gallery, una de las joyas de la historia del Reino Unido.

JULIA LUZÁN (LONDRES)

Sus ojos miran desde unos párpados de cera en una cara que tiene más de máscara que de humano. Simon Weston tiene el rostro recosido, zurcido concienzudamente por los cirujanos plásticos, tras haber sufrido quemaduras en el 46% de cuerpo. Simon Weston, galés de 52 años, se ha ganado a pulso su lugar en el podio de los Vips ingleses; él es un héroe de la Guerra de las Malvinas que ha entrado hace pocas semanas en el sacrosanto museo de los grandes nombres, la National Portrait Gallery de Londres, un lugar donde tienen casa la reina Isabel I, Shakespeare, Isaac Newton, Cromwell, Dickens, Darwin, Churchill o Diana de Gales, por citar algunos de los más prestigiosos retratos que cuelgan en las paredes de este museo, vecino puerta con puerta de la National Gallery de Trafalgar Square. En este edificio se oculta el Ghota, el Quién es Quién de los rostros de la historia del Reino Unido, un legado de siglos.

Pero, ¿cómo ha llegado este hombre sin pedigrí, sin realeza ni títulos nobiliarios o intelectuales a tener un lugar de honor en una institución tan cerrada como la National Portrait Gallery? Todo arrancó hace menos de un año. En septiembre de 2013, los espectadores de la BBC participaron por vez primera en una singular votación para elegir por aclamación popular, a la manera de Eurovisión, a su personaje favorito que tendría el honor de formar parte de la colección más prestigiosa de retratos. De entre una lista formada por una docena de hombres y mujeres conocidos por su contribución al mundo del espectáculo, la ciencia o la música, el público eligió a Simon Weston, un personaje anónimo, previamente seleccionado por su lucha contra el infortunio, un héroe de la guerra de las Malvinas.

El 2 de abril de 1982, Reino Unido y Argentina iniciaron su particular batalla por unas islas perdidas en el Atlántico Sur de soberanía inglesa y que los argentinos decidieron recuperar. El conflicto duró pocos meses, hasta el 14 de junio de aquel año, tras morir 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles. Margaret Thatcher se adjudicó la victoria y tanto le benefició que consiguió ser reelegida Primera Ministra en los comicios de 1983. Simon Weston, soldado del regimiento de los Welsh Guards (la Guardia Galesa) en el Ejército británico, en el que se había enrolado en 1978 por insistencia de su madre preocupada por la deriva gamberra del adolescente, no tuvo la misma fortuna que la señora Thatcher. Cinco días antes del cese de hostilidades, Weston se encontraba a bordo del buque Sir Galahad, atracado en Port Pleasant, cuando el barco fue bombardeado por los cazas argentinos. Las bombas impactaron en el navío cargado de munición y combustible hasta los topes y rápidamente se transformó en una gran bola de fuego. Hubo más de 22 muertos y otros tantos heridos. Uno de ellos, Simon Weston, el joven sonriente que salió de Gales orgulloso con su uniforme nuevo, volvió a nacer convertido en una piltrafa de carne quemada.

El 9 de junio de 1982, un destrozo de hombre gritaba de dolor en la mesa de operaciones de un hospital inglés. El documental que la BBC realizó para mostrar la vida de Weston, presentado por una de sus más populares periodistas, Fiona Bruce, muestra escenas dantescas. El soldado era una llaga lacerante. Los ojos asustados eran lo único que se movía en su cara vendada. Él contaría después que cuando su madre acudió al hospital pasó por su lado sin reconocerle mientras comentaba: “Pobre hombre, más le valdría no sobrevivir”. Weston logró decir «mamá» ante el espanto de la pobre mujer.

Asegura recordar todo lo que ocurrió aquel funesto día; fueron tres segundos, a las 2 de la tarde, cuando el cielo se nubló por el humo. Y lo afirma sin sombra de pesar. Lo constata como un hecho. Contento de recordar, esto y las escenas de reconocimiento cuando volvió a su casa. Weston nació en 1961 en Caerphilly, un pueblo minero de Gales, que lo festejó como a un héroe. Su madre recibió a cambio del hijo un guiñapo, un hombre vendado, sin rostro ni orejas ni cabello. Con las manos envueltas en gruesos vendajes, Weston sacó toda su fortaleza y decidió tirar para delante. Hubo de hacerse una vida nueva, amigos, inventarse un trabajo. Cuando acabaron las 7o operaciones, llegaron los tiempos difíciles. Tuvo que aprender a mover los músculos de la cara, a coger objetos con las manos, a acariciar. Durante 20 años conquistó con paciencia el derecho a sentirse bien en su nueva piel injertada. Se casó y tuvo tres hijos que ya le han hecho abuelo. Nunca más ha podido jugar al rugby, una de las grandes aficiones de su vida anterior, pero a cambio hoy no se pierde un partido.

simon-weston-completoNiky Phillipps, una artista británica de corte realista, autora de muchos de los retratos de la familia real, ha sido la encargada de pintar a West. Durante tres meses plasmó el rostro reconvertido de Simon. Lo ha hecho sin dramatismo, no ha querido resaltar el aspecto de máscara china que hace que los niños tiren de la manga a sus padres cuando el héroe de las Malvinas pasa cerca de ellos.  Ha logrado un retrato de medio cuerpo en el que Weston muestra, dulcificado, su rostro de collage, agarrado al respaldo de una silla mientras sujeta con las manos que esconden los muñones sus tres condecoraciones al máximo valor.

Simon Weston no se permite concesiones a la tristeza. Ha sido elegido por el pueblo inglés por su coraje y por haber dedicado su nueva vida a organizaciones benéficas, con las que colabora para demostrar a aquellos con defectos físicos que se pueden superar. Da charlas, escribe libros. Enseña a ser diferente, a no renunciar a los sueños. Para él todo es posible. Corre en la maratón de Londres para recaudar fondos para ONGs y ha montado su propia empresa, Weston Security. En su página web recibe miles de visitas. Asegura que su vida es muy feliz. Se ha dejado bigote y muestra orgulloso su mata de pelo blanco. Ironías de la vida, hoy su retrato cuelga en la National Portrait Gallery frente al de Margaret Thatcher. Hace pocos días ha vuelto de nuevo al quirófano, en esta ocasión para un retoque en el párpado inferior de sus ojos.

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Comentarios

  • bagre

    Por bagre, el 03 mayo 2014

    Gracias por denominar Malvinas, a las islas que nos arrebato el imperio britanico en 1833.
    El BWV Weston, es una muestra del sufrimiento del pueblo britanico por las politicas ultraconservadoras que lo han llevado a guerras «por petroleo» desde 1982, a la fecha.

    • John Rawlins

      Por John Rawlins, el 03 mayo 2014

      Bagre: Supongo que quieres de decir gracias a Simon Weston por haber luchado contra la agresión de un régimen fascista.

  • R

    Por R, el 04 mayo 2014

    «Simon Weston, GALÉS de 52 años, se ha ganado a pulso su lugar en el podio de los Vips INGLESES». Toma ya… ¿y el rigor?

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