El Royal Ballet trae al Real un apabullante Lago de los Cisnes

La bailarina Marianela Nuñez en el papel de Odette en la nueva versión de El lago de los cisnes del Royal Ballet. Foto: Bill Cooper.

La bailarina Marianela Nuñez en el papel de Odette en la nueva versión de El lago de los cisnes del Royal Ballet. Foto: Bill Cooper.

La bailarina Marianela Nuñez en el papel de Odette en la nueva versión de El lago de los cisnes del Royal Ballet. Foto: Bill Cooper.

La bailarina Marianela Núñez en el papel de Odette en la nueva versión de El lago de los cisnes del Royal Ballet. Foto: Bill Cooper.

Tras 20 años sin pisar el Teatro Real, el Royal Ballet regresa al coliseo madrileño para convertirlo en el primer teatro del mundo en el que bailará su nueva y arrolladora versión de El Lago de los Cisnes tras su estreno en Covent Garden el pasado 12 de mayo.

Cuando esta revista entrevistó a Nacho Duato, -antes de que dejase la dirección artística del Staatsballett de Berlín y un mes antes de que la Compañía Nacional de Danza volviera a contar con su coreografía Por vos muero en el repertorio-, el coreógrafo valenciano nos decía: “Un ballet clásico necesita un gran presupuesto si quieres que el producto sea de calidad. En un ballet clásico el 50% son el vestuario, la puesta en escena y la orquesta“. Duato nos contó, por ejemplo, que su versión de La Bella Durmiente tuvo un presupuesto de 1.300.000 euros. Datos que nos sirven para situar en un contexto adecuado la producción de El Lago de los Cisnes que el Royal Ballet ha traído al Teatro Real de Madrid.

Dos ejemplos: La puesta en escena de este Lago es tan apabullante que al abrirse el telón en el tercer acto, en la mayoría de representaciones, el público rompe a aplaudir espontáneamente al verse transportado a un suntuoso palacio que nada tiene que envidiar a escenografías de grandes producciones operísticas. La calidad y riqueza del vestuario ha merecido elogios de la prensa británica que ha llegado a decir que este nuevo montaje atesora los tutús más hermosos del mundo… La compañía británica no ha querido hacer público el presupuesto de esta nueva producción, pero visto lo visto en el Teatro Real, podemos asegurar que se sitúa en los primeros puestos de la primera división del planeta. No solo por ese 50% del que hablaba Duato, también porque estamos ante una de las compañías de ballet clásico más importantes y sólidas del mundo con una excelente escuela y una magnífica plantilla de estrellas, primeros bailarines y bailarinas y un espectacular cuerpo de baile.

Esta nueva versión de El Lago de los Cisnes, un título muy querido por esta compañía que lo ha bailado en más de 1.000 ocasiones desde la década de los 30 del siglo pasadolleva la firma del coreógrafo Liam Scarlett que hace una revisión del original de Marius Petipa y Lev Ivanov, que incluye la danza napolitana de Frederick Ashton en el tercer acto. La misión del joven Scarlett, 32 años, no es ninguna tontería teniendo en cuenta que la anterior adaptación de Anthony Dowell ha estado en el repertorio del Royal Ballet desde 1987 hasta 2015, año en el que la compañía la bailó por última vez. Nada menos que 28 años. Cuando el Royal Ballet se gasta el dinero, lo hace con visión de futuro, desde luego.

La versión de Liam Scarlett respeta y conserva buena parte de la estructura y la coreografía de 1895 de Petipa e Ivanov. Los cambios y añadidos están hechos con la intención de que la historia, el cuento de cisnes, hechizos, príncipes y princesas quede mucho más claro al espectador y fluya con mayor facilidad. Por ejemplo, se añade un prólogo en el que se muestra la transformación de Odette de princesa a cisne por obra de un hechizo de Von Rothbart. También se añaden solos a los personajes del príncipe Siegfried y su amigo Benno y se reformula el cuarto acto introduciendo un nuevo paso a dos para Odette y Siegfried. La Orquesta Titular del Teatro Real interpreta la magnífica partitura de Chaikovski bajo la dirección de Koen Kessels y el conjunto logra grandes cotas de emoción durante las más de dos horas que dura el espectáculo.

Una escena de la nueva versión de El lago de los cisnes del Royal Ballet que puede verse en Madrid. Foto: Bill Cooper.

Una escena de la nueva versión de El lago de los cisnes del Royal Ballet que puede verse en Madrid. Foto: Bill Cooper.

Liam Scarlett sitúa la acción a finales del siglo XIX, y para su ambientación ha escogido al prestigioso diseñador británico John Macfarlane, responsable del vestuario y la escenografía, quien, sin dejar de ser fiel a la tradición, aporta el imprescindible halo de cuento de hadas y la intimidad o exhibición necesarias cuando la narración lo requiere.

Estas son las grandes estrellas de la compañía británica que encarnan los papeles principales: Odette/Odile y el príncipe Siegfried serán interpretados por: Marianela Núñez y Vadim Muntagirov (18, 22 de julio), Yasmine Naghdi y Matthew Ball (19 de julio), Sarah Lamb y Ryoichi Hirano (20 de julio), Akane Takada y  William Bracewell (21 de julio, 17.00 h) y Yasmine Naghdi y Federico Bonelli (21 de julio, 22.00).

El lago de los cisnes. Royal Ballet. Teatro Real de Madrid hasta el 22 de julio. 

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