Sara Rubayo: “Saber de arte te hace mucho más interesante”

La historiadora del arte Sara Rubayo.

“La historia del arte no tiene caspa, solo te han contado la mitad y mal”. “Saber de arte te hace mucho más interesante”. Estas son algunas de las máximas con las que Sara Rubayo, licenciada en Historia del Arte con máster en coordinación de exposiciones, deja caer en su página web para animarnos a conocer, entender y disfrutar de los frutos de la maestría ajena. Bajo el seudónimo de ‘La Gata Verde’, apareció en YouTube allá por 2015 siguiendo una corazonada. Es nuestra invitada de junio en la serie de ‘influencers’ (aunque ella prefiere el término ‘profe’) con sustancia.

Dejarse llevar por los impulsos es algo muy propio de los artistas, ese privilegiado colectivo que, en su mayoría, valora más un arrebato que el contenido de un excel, y depende más del talante de sus musas que de sus propia predisposición. Con una condición, como dijo Picasso, intentando que la inspiración te pille trabajando. En el caso de Sara, lo imposible es encontrarla de brazos cruzados. Canal de YouTube, visitas guiadas a museos, una página web, cinco modalidades de cursos online, libros, radio (Sara colabora en el programa Cuerpos Especiales de Europa FM, Carne Cruda y Radio 3), Televisión (El condensador de Fuzo), podcasts y colaboraciones en prensa escrita. Su propósito es divulgar la historia del arte, porque, asegura, es algo que, de manera inconsciente, todos y todas estamos deseando conocer.

¿Cuántas horas tiene el día para usted?

Las mismas que para cualquier otra persona. (Risas). Además, tengo dos niños y una pareja.

Y un gato. Le he visto aparecer justo a su lado. (El minino participa a su manera en la videoconferencia).

Ahora mismo andan dos por aquí, pero tenemos muchos más. Puede que por ser autónoma a veces trabaje más. Lo que sí me gusta es diversificar mi tarea. Me canso muy rápido de las cosas. Cuando llevo mucho tiempo sin hacer tele, me entran muchísimas ganas de estar en el programa. Pero al poco tiempo, ya quiero cambiar de medio. La verdad es que hago casi siempre lo mismo, pero de formas muy diferentes.

¿Cómo fue lo de llegar a YouTube siguiendo un presentimiento?

Yo recuerdo que en 2013 ya estaba de moda lo de subir contenido cada día hablando de compras, maquillaje, videojuegos… Yo estaba terminando la carrera y se me ocurrió que podría ser interesante utilizar el vídeo para explicar análisis de obras y conceptos históricos, aun sabiendo que iba a tener un nicho muy pequeño. Pero, bueno, al final encontré un lugar donde aprendí un montón de cosas, porque elaborar estos contenidos implica manejar muchos factores: escribir el guion, hablar delante de la cámara, expresarse con corrección, maquillaje, luz, sonido, edición, promoción… Son muchas cosas, se necesita tiempo y no tenía compensación externa, pero siempre tuve la corazonada de que me llevaría hasta algún lado. ¿Dónde? No lo sabía, pero me lancé de todos modos.

¿Tiene contabilizados a sus seguidores? (108.000 suscriptores en su canal de YouTube, 76.000 en Instagram, 36.500 en X…).

No, no, no, no. Me da igual, además no me gustaría crecer más. Cuanto más público te sigue, tienes mayor responsabilidad, menos privacidad y mucho más hate.

Hablar de arte infunde respeto. ¿Le llegan muchas críticas?

Muy pocas, y desde luego muchísimas menos que a quienes hablan de su vida personal o exponen a sus hijos y su propio cuerpo. Tengo un perfil bastante blanco, no me suelo meter en jaleos ni lanzo publicaciones con grandes titulares. Pese a tratar la historia del arte desde una perspectiva de género, no soy feminista radical. Intento igualar las cosas de verdad, así que me sirven tanto pintores como pintoras. Reivindico a las artistas, pero nunca voy a quitar a un hombre para meter a una mujer.

Si pudiera hablar con Gombrich, ¿qué le diría? (Ernst H. Gombrich, autor del libro ‘La Historia del arte’ (1950), manual de muchos estudiantes. Más de 8 millones de ejemplares vendidos. En sus 27 capítulos, no cita a una sola MUJER artista).

Pues le diría: pero, tío, ¿qué te ha pasado? (Risas). ¿Necesitas ayuda? ¿Por qué la mitad? ¿No querías trabajar el doble? Cuando Gombrich escribió su Historia del arte, las mujeres seguíamos en un último plano, tanto en lo social como en lo artístico. Lo que hace es reorganizar la documentación que ya existía. Como verás, ¡estoy rompiendo una lanza a favor de Gombrich! Fue un hijo de su tiempo, como yo soy hija del mío.

PintorAs es un proyecto editorial de Sara Rubayo y la ilustradora Ana Gallego, dedicado a recuperar la otra mitad de la historia del Arte. ¿Cuantas pintoras le faltan por reivindicar?

Hemos publicado dos libros bajo la premisa “todas dentro y ninguna fuera”. Tenemos cerca de 800 PintorAs, desde el 550 a.C. hasta el siglo XVII, y no dudamos de que el número siga creciendo cada día.

¿Le importa que le llamen influencer?

No me identifico nada con ese término. Yo me siento, sobre todo, historiadora e investigadora del arte. Mi labor es acercar la cultura al público en general. Lo de influencer es algo que relaciono más con el mundo de la moda o de las marcas. Influir influyo. He escrito un libro llamado Te gusta el arte aunque no lo sepas. No es que me siente mal, pero preferiría ser tratada como una profe. Imparto cursos online y sé de algunos estudiantes que han aprobado exámenes tomando apuntes de mis publicaciones.

Rubayo tiene además un grupo de jubilados y jubiladas del pueblo en el que vive (son 45), a los que también alecciona sobre pintura y escultura. Les dice “mis Silver” y suelen celebrar cada asistencia a clase con unas cervecitas para fijar conocimientos. Esta tarde (son más o menos las 14 horas cuando charlamos con ella), Sara se ha perdido el aperitivo para atender esta llamada. Le pido disculpas y me tranquiliza: “No pasa nada, la de hoy no era la última clase. El curso termina la semana que viene y para celebrarlo nos vamos a El Prado”.

¿En qué museo le gustaría pasar un día entero completamente sola?

Pues… Yo siempre tiro para mi casa, así que voy a decir El Prado, que lo es todo y es donde todo empezó. En el Thyssen ya he tenido la suerte de estar sola muchas veces. Y, fuera de España, pues seguramente en El Louvre en París, o La Galería Borghese en Roma.

¿A qué artista resucitaría?

Bueno, evidentemente me gustaría poder resucitar a mucha gente, pero voy a decir una mujer: Hilma af Klint, la artista sueca que se adelantó a Kandinsky. Se merecería ver hasta dónde ha llegado en la actualidad. Ella escondió toda su obra pensando que no se iba a entender y dejó una nota escrita a su sobrino, el heredero, para que no la enseñase hasta que hubieran pasado 25 años de su muerte. Falleció en 1944 y más o menos en la década de los 80 se empieza a conocer a Hilma af Klint. Fue toda una sorpresa, pero finalmente se admitió el valor de una obra tan magna, tan enorme, tan abstracta. Una señora que pintaba lo invisible. Toda una pionera. Y eso tienen que recogerlo los libros de arte. Por eso hay que reescribir la historia. Ojalá todas las artistas pudieran ver que por fin están siendo reivindicadas. Y, entre los hombres, me traería a Rubens a este mundo. Me encantaría preguntarle: ¿cómo tienes tiempo para todo?

¿Hay algún cuadro que no consiga entender completamente?

Sí, claro, un montón. Al final he conseguido aprender a respetar. Con las redes sociales nos movemos en una sociedad tan egocéntrica que cada cual utiliza su criterio como medida de todo. La pintura es arte, aunque no te guste. Aunque no la entiendas. Se demoniza mucho el arte contemporáneo por puro desconocimiento. Un like o un dislike no acredita la validez de las cosas. Como ejemplo de las obras que más intriga me suscitan, diré que las Pinturas Negras de Goya, un artista del que soy absolutamente fan.

¿Ante qué cuadro se podría pasar las horas muertas?

Pues también ante muchos. Sufro mucho el Síndrome de Stendhal. La última vez, el pasado abril, frente al David de Miguel Ángel. Los historiadores del arte estamos hablando casi siempre de las obras en remoto. Las llevamos en el corazón o en el recuerdo. Todo eso desaparece cuando estás cara a cara y los sentimientos se materializan. Resulta muy emocionante. Ah, y luego están Las Meninas de Velázquez. Para mí es un cuadro infinito, jamás llegaré a entenderlo.

¿Un cuadro infinito? ¿Podría explicarme esa definición?

Lo he comprobado en las visitas guiadas. Siempre pasamos mucho tiempo contemplando Las Meninas, porque hay mucho que explicar y todos los aspectos me parecen importantes. Aspectos teóricos, formales, filosóficos, materiales. Aspectos relativos a la propia ambición de Velázquez. El contexto histórico. Lo puedes contar de mil maneras, pero siempre queda algo pendiente. El año pasado me llevé a un grupo de niños y les pregunté: ¿Qué está pintando Velázquez? Pues de forma unánime y con absoluta tranquilidad me dijeron: “A nosotros. ¿No ves que nos está mirando?”. Para ellos era como una obviedad. ¡Qué pregunta tan tonta! Debieron de pensar. Más tarde, en casa, estuve dando vueltas al asunto y decidí que era la mejor respuesta que había escuchado jamás sobre Las Meninas, y el hecho de que Velázquez, de forma intencionada, no enseñe lo que está pintado.

¿Ha tenido alguna vez alguna profesora que se pareciera a usted?

Más bien diría que me ha influido. Sí, Estrella de Diego. [Escritora, profesora universitaria de arte, comisaria e investigadora. Es académica de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid]. Fue la persona que abrió mi mente y me hizo sentirme insignificante poniéndome los pies en la tierra. Porque cuando tienes 20 años, te crees que lo sabes todo, que eres inmortal, que la fiesta es continua y eterna.

¿Le sigue por las redes? ¿Qué opina de su trabajo?

Sí. Una vez me hicieron una encerrona con un podcast en el que íbamos a participar las dos, pero yo no lo sabía. Es una profesora excelente, tiene muchísimos alumnos y ¿cómo iba yo a pensar que se acordaría de mí? Pues sí. Además sabía de mi trabajo, especialmente de los libros PintorAs, porque ella había investigado a mujeres artistas a partir del siglo XX. Menuda emoción. Lloré como una magdalena.

Otros ‘influencers con sustancia’ en ‘El Asombrario’:

El físico Javier Santaolalla.
Susi profe.

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Comentarios

  • Sara Rubayo: “Saber de arte te hace mucho...

    Por Sara Rubayo: “Saber de arte te hace mucho..., el 30 junio 2024

    […] “La historia del arte no tiene caspa, solo te han contado la mitad y mal”. “Saber de arte te hace mucho más interesante”. Estas son algunas de las máximas con las que Sara Rubayo , licenciada en Historia del Arte con máster en coordinación de exposiciones, deja caer en su página web para animarnos…  […]

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