Siete utopías arquitectónicas verdes hechas realidad
Estamos todavía muy lejos. El sueño de vivir en las grandes ciudades lo más apegados que podamos a la naturaleza sigue siendo un reto complicado. Sin embargo, hay algunos arquitectos que siguen manteniendo en su imaginación esa utopía de acercar la naturaleza a las grandes urbes. No solo lo han imaginado; en ocasiones también lo han conseguido. Hoy en ‘El Asombrario Recicla’ os mostramos siete ejemplos muy representativos. Siete maravillas. Viajamos de Valencia a Turín y Milán, de Oxford a Singapur.
Espai Verd. Valencia. Arquitecto: Antonio Cortés Ferrando.
Dicen los valencianos que este extraño edificio se levanta donde se termina Valencia. Y lo cierto es que aún quedan algunas huertas a su alrededor. Este extraño edificio es uno de los grandes exponentes de construcción de vivienda colectiva a través de cooperativas en España. Un sistema por el que las decisiones constructivas se repartieron entre los habitantes en estrecha colaboración con el arquitecto.
Este año se ha cumplido el 25 aniversario de este edificio que alberga 108 viviendas ajardinadas en altura y que surgió en una cena de amigos que reivindicaban la utopía de conseguir vivir en la ciudad sin desvincularse de la naturaleza.
Su arquitecto, Antonio Cortés Ferrando, logró construir este inmueble brutalista, pero que cuenta con un interior en el que se crea un auténtico microclima gracias a su vegetación, sus fuentes, y su terreno sinuoso, en el que hay hasta una montaña. Está tan conseguido que en el interior han instalado un cartel informativo con todas las clases de aves que habitan también el Espai Verd. Hay cernícalos, petirrojos y hasta un mochuelo.
Bosco Verticale. Milán, Italia. Arquitecto: Boeri Studio.
Se trata de un complejo de dos rascacielos de 26 y 18 plantas cada uno que presume de ser uno de los pocos edificios en el mundo donde crecen más de 2.000 especies vegetales en sus fachadas. Las dos torres albergan 480 árboles grandes y medianos, 300 árboles pequeños, 11.000 plantas y 5.000 arbustos.
Al igual que el Espai Verd, el Bosque Vertical facilita la creación de un microclima, creando humedad y filtrando el polvo y la contaminación. Produce oxígeno y no solo mitiga el ruido, también ayuda a dar sombra a las viviendas de las torres. La elección de los árboles y las especies vegetales se realizó con la complicidad de un equipo de botánicos. Las plantas se cultivaron reproduciendo las condiciones de espacio y habitabilidad del edificio para que se adaptaran y, por supuesto, se construyó un sistema de riego interno dentro de cada uno de los rascacielos para alimentar a las plantas.
Fue diseñado por los arquitectos Stefano Boeri, Gianandrea Barreca y Giovanni La Varra, de Boeri Studio; desde su inauguración en 2014, se ha convertido en un referente de las viviendas sostenibles en el mundo.
Casa Hundertwasser. Viena. Arquitectos: Friedensreich Hundertwasser y Joseph Krawina.
Sale en todas las guías de Viena por su singularidad. En este edificio hay 52 viviendas, 4 locales de negocio, 16 terrazas privadas, un jardín de invierno, 3 azoteas comunitarias y 2 áreas de juegos infantiles, así como 250 árboles y arbustos. En este oasis en medio de la ciudad, los habitantes del edificio, además, tienen derecho a decorar la parte de fachada que rodea las ventanas a su gusto, lo que crea un collage de lo más pintoresco.
El edificio se construyó entre los años 1983 y 1985. La realización arquitectónica fue fruto de la colaboración del arquitecto Josef Krawina, como coauthor, y del arquitecto ejecutor Peter Pelikan. Ha sido muy criticado por un sector de la arquitectura mundial acusándolo de ser un mero envoltorio verde carente de eficiencia. En cualquier caso, sus vecinos presumen de vivir en un edificio singular en el que la vegetación es algo más que un puro ornamento.
Kampung Admiralty. Singapur. Arquitecto: WOHA.
WOHA es un despacho de arquitectos que ha desarrollado varios proyectos en Singapur, ciudad en la que tienen su oficina. Se caracterizan por tener especial cuidado en integrar elementos naturales en sus edificios. Uno de los mejores ejemplos es el Kampung Admiralty, considerado el primer complejo público integrado que reúne una combinación de instalaciones y servicios públicos bajo un mismo techo.
Este complejo maximiza el uso de la tierra y es un prototipo para satisfacer todas la necesidades de la gente mayor. El edificio fue galardonado con el premio a la mejor edificación de 2018 en el World Architecture Festival. Varias de sus cubiertas escalonadas están ocupadas por auténticos parques en altura con árboles, fuentes y sombras que lo convierten en un oasis en el barrio en el que se encuentra.
25 Verde. Turín, Italia. Arquitecto: Luciano Pia.
Este maravilloso complejo de apartamentos se encuentra en Turín, Italia. El edificio se articula en 5 pisos en los que se entretejen exuberantes árboles y vigas de acero, lo que permite a los residentes sentirse como si vivieran en una casa en un árbol, gigante y urbana.
La finca cuenta con 200 árboles en total, de los que su mayoría, 150, están dispuestos en sus fachadas y otros 50 en su patio interior privado. De esta forma se consigue que la vegetación sea una especie de escudo protector para los vecinos. Reduce la contaminación, el ruido, la temperatura… Tal y como se explica en la web especializada Arquitectura y empresa, uno de los objetivos principales del proyecto fue el aumento de la eficiencia energética; por ello, se adoptaron varias soluciones integradas como el aislamiento continuo y la protección solar, el uso de energía geotérmica con bombas de calor para la calefacción y refrigeración, así como el reciclaje del agua de lluvia para regadío.
Green Box. Alpes Réticos, Italia. Estudio arquitectónico: Act Romegialli
Caja verde es un proyecto que transita entre lo arquitectónico y lo artístico. Se trata de la renovación de un pequeño garaje cuya estructura está hecha de ligeros perfiles galvanizados y listones de acero. Todo este armazón se recubre con un manto de vegetación caducifolia sobre la que trepa una textura vegetal secundaria. En la parte baja hay grupos de plantas perennes o estacionales, que se combinan con otras bulbosas para garantizar una floración continua.
El resultado es una especie de cabaña que se mimetiza casi completamente con el paisaje. Una construcción auxiliar que puede ser utilizada fundamentalmente para cocinar y comer con grupos reducidos de personas.
Garden Building. Oxford, Reino Unido. Arquitectos: Alison y Peter Smithson.
Se encuentra en St Hilda’s College, en Oxford. En 1967, los Smithson, famosos por sus construcciones que respetan al máximo el entorno, fueron llamados para proyectar un nuevo edificio que debía contar con 51 habitaciones para estudiantes, más una habitación para un tutor. Su propuesta fue integrar todo el complejo en el paisaje: un río, árboles y un jardín preexistente que debía ser protegido al máximo. De hecho, es impresionante el protagonismo que adquiere un árbol adyacente que dialoga con el edificio creando una escala constructiva perfecta. Gracias a la posición del edificio se genera una infraestructura para el tráfico rodado, que se vincula a los edificios, pero no a las zonas libres de jardín, permitiendo disfrutar de éstas sin sufrir contaminación acústica ni ambiental.
El edificio está dispuesto en cuatro plantas, en las cuales se van distribuyendo las habitaciones, que se ordenan alrededor de un cuerpo central que alberga servicios y escalera. Garden Building cuenta con paneles prefabricados de hormigón y amplios ventanales, protegidos mediante una estructura de madera de roble independiente que lo envuelve, a la vez que aporta privacidad.
Comentarios
Por Félix Maocho, el 27 septiembre 2019
hecho en falta un buen ejemplo que tiene ya unos 30 años de Fernando Higueras en la Plaza de San Bernardo en Madrid
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