La solución a la subida del precio de la luz (como no te la han contado antes)

Foto: Pixabay

Por SERGIO BONATTI / WWF 

Llevamos meses oyendo hablar a diario de la frenética y disparatada subida del precio de la electricidad. ¿Pero realmente te has enterado de qué es lo que está pasando? En este artículo de nuestra serie mensual con WWF-España te lo contamos claramente. Ponemos luz sobre el asunto y el sistema, muy relacionado con la necesaria y urgente Transición ecológica y energética.

A lo largo de 2021, y especialmente durante los meses de verano, el precio del mercado mayorista de la electricidad no ha dejado de batir récords prácticamente a diario. Se trata de una situación generalizada en el contexto de la Unión Europea y es el reflejo de un sistema eléctrico obsoleto que, hasta ahora, no ha priorizado a las personas y a la naturaleza.

Durante décadas, la humanidad ha empleado una serie de recursos finitos y altamente contaminantes para la producción de electricidad: los combustibles fósiles. Y es en este preciso momento cuando están confluyendo y saliendo a la luz (nunca mejor dicho) las graves consecuencias ambientales y sociales de este insostenible sistema de producción de energía eléctrica. Nos enfrentamos a una inflación imparable en el precio de la electricidad y a un cambio climático completamente desbocado que, a su vez, altera, intensifica e incrementa todavía más la demanda energética y el precio de la luz.

El papel de los combustibles fósiles

Uno de los principales responsables de la inestabilidad del mercado eléctrico y de la subida de precios en España es el gas natural. El gas natural es un combustible fósil que, tanto en su producción como en su uso, emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI). Debido a la emergencia climática que atravesamos, los combustibles fósiles deben asumir un sobrecoste por el impacto ambiental y climático que generan, con el fin de desincentivar el uso de los mismos. Esto lo hacen adquiriendo los denominados “derechos de emisión”.

Debido a que las consecuencias del cambio climático son cada vez mayores y más graves, el precio de los derechos de emisión también se incrementa proporcionalmente. El gas natural, además de sus elevados costes de producción, tiene que sumar los costes de los citados derechos de emisión. Y esto es lo que está inflando su precio en el mercado mayorista de la electricidad.

Otra peculiaridad de los combustibles fósiles es su naturaleza finita y limitada. Por lo tanto, la tendencia natural es que, a medida que crece la demanda y baja la oferta, sus precios sean cada vez más elevados. Y esto es precisamente lo que está ocurriendo actualmente. La demanda mundial por el gas natural ha crecido tanto tras la crisis sanitaria de la COVID-19 y por la rápida sustitución del carbón, que la oferta se encuentra en mínimos históricos y su precio por las nubes.

A esta inflación de precios se le suma la dependencia exterior que tiene España con el gas natural: el 99% del gas consumido en España es importado y, más de la mitad de este, proviene de un solo país: Argelia. Esto incrementa enormemente la volatilidad e impredictibilidad de los precios de este combustible, al encontrarse sujeto a las fuerzas de mercado internacionales en el que participan otros agentes con unos niveles de demanda desmesurados (ej. China).

El mercado eléctrico y el sector eléctrico en España

El gas natural representa un porcentaje menor en la generación diaria de electricidad frente a las energías renovables. Además, cada vez hay mayor generación renovable, y estas tecnologías son mucho más baratas. Pero entonces, ¿por qué la electricidad es tan cara? El mercado eléctrico, sujeto a las normas del derecho de la UE, se reguló de tal forma que todas las tecnologías acaban recibiendo el mismo precio acordado en el mercado diario de la electricidad: el precio más caro. Como actualmente el gas natural es el que ocupa dicha posición, su precio fija el de toda la electricidad (ya sea, o no, renovable).

A estas reglas de juego comunitarias se le suma un sector eléctrico nacional muy centralizado que no garantiza una competencia y un comportamiento favorable para las personas y para la naturaleza. Gran parte de la demanda eléctrica nacional está provista por un número muy pequeño de grandes compañías eléctricas que controlan todo el abanico de tecnologías. Durante la escalada de precios vivida hasta la fecha, estas empresas han aprovechado para especular con el agua de las centrales hidroeléctricas con el único objetivo de sacar el máximo beneficio económico. Se trata de centrales amortizadas, con muy bajo coste de producción, que han estado vendiendo su electricidad al precio del gas natural aprovechando las debilidades del sistema eléctrico. Ante esta situación, el Gobierno ha puesto en marcha una medida de urgencia para limitar los beneficios extraordinarios o “caídos del cielo” de estas tecnologías y redirigirlos para rebajar la factura de la luz de los consumidores.

Las energías renovables como solución

A pesar de los esfuerzos que se están llevando a cabo por el Gobierno para limitar el incremento del precio de la electricidad, la única solución para contar con un mercado eléctrico de precios bajos, estables y predecibles a medio y largo plazo pasa por abandonar los combustibles fósiles y por lograr una generación eléctrica 100% renovable antes de 2030.

Actualmente, en España, el sector energético es el responsable del 72% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las energías renovables, además de no emitir GEI, son mucho más baratas que el gas natural, por lo que es necesario acelerar la transición energética para limitar el incremento de las temperaturas y el incremento del precio de la electricidad. En esta transición se debe garantizar que el despliegue de energías renovables se lleva a cabo evitando y minimizando cualquier impacto sobre la biodiversidad. Además, debe priorizar el despliegue del autoconsumo y de las comunidades energéticas locales para descentralizar el actual mercado eléctrico y lograr que los consumidores se conviertan en agentes activos del sistema.

España cuenta con gran abundancia de recurso renovable (eólico y solar), por lo que se encuentra en una posición óptima para llevar a cabo la transición energética, democratizar el sistema eléctrico renovable y abandonar la dependencia del gas natural lo antes posible.

Energías renovables, autoconsumo, comunidades energéticas locales, almacenamiento y eficiencia energética son los ingredientes esenciales para lograr un mercado eléctrico sostenible que ponga en el centro de la transición a las personas y a la naturaleza.

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Comentarios

  • angel coronado

    Por angel coronado, el 27 septiembre 2021

    Más claro, agua. Más difícil, todo. Y para terminar, lo que hace falta: políticos, a trabajar, que para eso pagamos.

  • JOSE LOPEZ

    Por JOSE LOPEZ, el 28 septiembre 2021

    Las energías renovables son sin duda el futuro y el auto consumo una alternativa imprescindible pero porqué la normativa actual hace que una instalación individual pueda o tenga que regalar su producción a las compañías eléctricas si no las consume en un mes ?
    Porque la regulación no se podría hacer regulando la compensación a periodos de tiempo más largos? Un año por ejemplo. y al final del año cargar el recibo por la energía utilizada de más y si hay sobrante, este quedaría a favor del individuo hasta la siguiente
    De esa manera las instalaciones de energía fotovoltaica individuales tendrían mayor aliciente y se amortizarían más rápidamente
    El problema es el de siempre las compañías eléctricas siempre impone e sus condiciones

  • Koenigworks

    Por Koenigworks, el 30 septiembre 2021

    Me temo que el artículo tiene algunos puntos que matizar…

    Entiendo que el precio de gas haya subido (de 13 a 66€/MwH en un año, aunque solo aprox 30% se genera con gas). Que por cierto el 48% viene de Argelia, cuando en Europa viene de Rusia y demás.

    De acuerdo también en la subida de los costes de emisión (de 20 a 60€/Tm en un año, aunque solo afecta a las energías fósiles).

    Pero los números no me justifican una subida de la luz como la actual (de 30 a 180 €/MWh), por mucho que en la subasta siempre se escoja la energía mas cara.

    Por desgracia, es sabido que la energía mas barata de lejos es la nuclear de fisión (la radioactiva), está llegando a su final de vida en España, y se ha convertido en una parte importante del problema. Actualmente se quejan del desmantelamiento y de la rentabilidad futura (por el nuevo impuesto 2021 para bajar el precio de la luz).

    Para reemplazarla debería apostarse fuertemente por la nuclear de fusión (sin residuos radioactivos), cuya viabilidad está muy avanzada, como ya planean paises como UK, EEUU y Francia. Pero nosotros no investigamos.

    La energía solar tiene complicaciones, es de las mas caras renovables, y yo no la consideraría energía “limpia” en absoluto. Solo se salvan los grandes campos de varios soles muy eficientes. Dependiendo el tipo de panel tenemos el balance energético neto negativo, por su fabricación en China (con energias no-limpias), y sus residuos que generan como cualquier industria tecnológica.

    El plan solar de autoconsumo es interesante (“divide-y-vencerás”), pero fijaos que el auto-consumo enfada mucho a las eléctricas, que son las que están subiendo el precio, y por tanto agrava el problema.

    La hidroeléctrica siempre se ha dicho que es la renovable más barata es importante aunque este artículo no le dedica ningún espacio. Y hace poco salieron en prensa dos noticias lapidarias: (1) que las eléctricas vaciaron varias presas hace poco para subir el precio, y (2) que hay que demoler 12 presas menores por llegar el fin de vida de la concesión, más otras 9 pendientes decidir qué hacer.

    En resumen: el problema del precio de la luz en España es por falta de ESTRATEGIA global, y no por esto ó por lo otro…

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