Un Quijote juguetón se instala en el teatro con Ron Lalá

quijote-ronlala

©Miluca

Música, verso, juego y las andanzas del hidalgo caballero Don Quijote se mezclan en este montaje casi interactivo en el que sus creadores, Ron Lalá, ponen a prueba la imaginación del espectador.

“Enfrentarse a un montaje del Quijote resulta inabordable siempre, por lo que entramos a una pelea que consideramos perdida, pero por esa misma razón nos hemos atrevido a mirarle cara a cara con todo lo que ello implica y hemos decidido hacer un gran poema teatral, un gran poema cervantino con las aventuras del Quijote, su filosofía, humor y, por supuesto, la música, uno de los ingredientes clave del lenguaje ronlalero”. Así describe el director Yayo Cáceres el montaje de Ron Lalá En un lugar del Quijote, que estos días se representa en el Teatro Pavón de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, en Madrid.

Esta inmersión en el teatro clásico sigue la estela de su éxito del año pasado con Siglo de oro, siglo de ahora.Con la obra anterior hicimos una versión para adolescentes que era exactamente igual que la de adultos, por eso ahora nos hemos decidido por la versión de adultos sin más. Creo que es la mejor manera de entender que el espíritu de juego va decayendo con el paso de los años y, si hay alguien que mantiene ese espíritu es la gente más joven; por eso hemos realizado un montaje con un nivel de juego para apelar a la imaginación del espectador”, propone Cáceres.

En la obra, el personaje de Cervantes escribe el Quijote en la mesa de una biblioteca rodeado de legajos, mientras los protagonistas del libro a los que va dando vida saltan del papel al escenario mezclando las aventuras de ficción del caballero andante y su escudero con la vida real del escritor. Un veterano de guerra desencantado, símbolo de los males que aquejaban a la España humanista de la época. Los planos de realidad y ficción se superponen a base de juegos, interacción con el público, analogías entre esa época y la realidad actual.

“Empezamos a trabajar con un libreto que tenía más cosas de las que tiene ahora, pero creemos que la duración de los espectáculos tiene que ser comedida; es mejor una propuesta comprimida y ágil que no caer en la necesidad de ponerlo todo y que el resultado se convierta en algo inasible”, dice Cáceres. “Hemos intentado lograr la síntesis, encontrar cuál es el mínimo común denominador necesario para lograr esa síntesis; qué trazo hace falta para que el espectador complete una imagen, una historia, o en este caso un libro. Lo que queremos es que la gente salga de aquí con ganas de leerlo -los que no lo hayan leído- y de releerlo. Quizá sea una pretensión un poco ambiciosa”, puntualiza Cáceres.

La selección de episodios, que no lleva ningún orden cronológico, obedece a criterios de dramaturgia, pero también al intento de Ron Lalá de plasmar en escena todos los aspectos de la novela, lo épico, lo paródico, lo mágico, lo escatológico, dialogístico, fundiendo fragmentos, frases y parlamentos para recoger en las mínimas páginas posibles la exuberancia verbal de Cervantes.

ronlala-canta-quijote

©Miluca

Para realizar ese titánico trabajo de reducir el Quijote a hora y media de espectáculo, todos leyeron el libro, y en las reuniones creativas ponían en común sus partes favoritas. Luego, Álvaro Tato, el director literario, ponía en común las propuestas de texto, “que yo destrozaba en los ensayos”, bromea Cáceres. Tato afirma haberse sentido un privilegiado al haber contado con tanto material disponible sobre el que seleccionar el texto: “Es un privilegio salvaje que uno tiene una vez en la vida. No hemos querido reescribir el Quijote, sino reinventarlo, jugar con él de una forma cervantina. Hemos descubierto dentro de él una road movie, un thriller, un musical, una obra de pensamiento, de rebeldía con ilusión, creatividad. Ese ha sido el juego, hemos querido ser cervantinos hasta el final, tratar a Cervantes con respeto, pero no con reverencia”. Y para lograrlo han extraído parte de la frondosa prosa cervantina y han escrito el resto en verso, “para que se pudiera ver ese mundo literario, pero que no dejase de sonar a magia”, explica Tato.

En la puesta en escena recurren a la imaginación del espectador. En el escenario no hay nada, solo la biblioteca. Las espadas no existen, los caballos tampoco, todo está en la imaginación del espectador. Pero eso no impide que los personajes lleguen montados a caballo por el patio de butacas y luchen con espadas con los molinos manchegos al fondo.

Cinco actores, que a ratos bajan del escenario y piden la colaboración del espectador, dan vida a veinte personajes, hombres y mujeres -en la novela son más de 700-. Para ello, dicen haber empleado el truco barroco en el que personajes como el cura se transforma en canónigo, y este en Sansón Carrasco, quien se disfraza de caballero de los espejos…

“Hemos jugado cervantinamente intentando no contar la historia del Quijote sino hacer un poema utilizando el juego de los espejos que plantea Cervantes con sus personajes, con la cultura y la realidad de su época”, puntualiza Tato. “Ahora podría ser una historia de superhéroes”, reflexiona Íñigo Echevarría, actor que interpreta al Quijote.

Otro de los pilares fundamentales de la obra, y una de las señas de identidad de la compañía, es la música. Miguel Magdalena, el director musical, asegura que todo lo que suena es directo: “Hemos jugado con los contrastes igual que en los textos. Tenemos desde sintetizadores, como el de guitarra que usa Cervantes, -el cervantaiser, bromea Iñigo- a elementos de percusión tradicionales o instrumentos como la mandolina. También hemos usado una grabadora y hemos trabajado la música por capas. Lo que nos hemos planteado con esto es musicar el mundo del Quijote. A veces parece que la melodía sale de su cabeza y nos ayuda a distinguir lo que está viendo en ese momento. Unas veces la música nos sirve para empezar y otras para concluir una escena. Pero lo que queremos es que se mantenga el espíritu poético en torno a la historia más bonita jamás contada”.

Hasta el 5 de enero. Teatro Pavón. Embajadores, 9. Madrid.

Deja tu comentario

¿Qué hacemos con tus datos?

En elasombrario.com le pedimos su nombre y correo electrónico (no publicamos el correo electrónico) para identificarlo entre el resto de las personas que comentan en el blog.

Comentarios

  • Kike J.

    Por Kike J., el 31 diciembre 2013

    El 26 de abril estarán en el auditorio Pilar Bardem de Rivas Vaciamadrid.
    @ejimeneh.

Te pedimos tu nombre y email para poder enviarte nuestro newsletter o boletín de noticias y novedades de manera personalizada.

Solo usamos tu email para enviarte el newsletter y lo hacemos mediante MailChimp.