Un videojuego para salvar el museo de género de Ucrania  

Pantallazo del videojuego VONA/SHE.

El 8M tiene muchas caras. VONA/SHE pretende involucrarnos en la vida diaria de una mujer que cumple con los criterios del patriarcado: cuidar de la casa, de los hijos, del marido, hasta de maquillarse. ¿Logrará salir del yugo impuesto? Desde el Gender Museum de Járkov​​​ (Ucrania) nos animan a intentarlo. Un videojuego para ayudar a salvar el único museo de género en Europa del Este.

Con la etiqueta #SaveGenderMuseum empieza toda una aventura de ya ocho años que inició en 2015 la investigadora y consultora de arte María Sánchez. Acude allí colaborando con una ONG y para completar su tesis sobre la gestión del mundo del arte en conflicto, especialmente con pocos recursos. En esa época, justo acababa de estallar el conflicto armado del Dombás, donde las poblaciones prorrusas ucranianas se enfrentan al Ejército ucraniano en esa región. La sorpresa de María es cuando le dicen que su tarea no es apoyar la gestión del Gender Museum, sino ayudar a cerrarlo, ya que se había decidido donar todo el presupuesto del centro de conservación a las labores de Defensa.

“Vi tan desesperada a la directora del museo, Tatiana Isaieva, que me ofreció llevarme la colección. No quería que se perdiera. Entendí que la historia de la mujer ucraniana no tenía que salir de su país”, explica a El Asombrario María Sánchez. El único museo de género de Europa del Este, con una colección de más de 3.000 piezas que recoge la historia, tradición y representación de la mujer en la cultura ucraniana, se enfrentaba a un presente y futuro muy inciertos.

María se propone salvarlo y así arrancaba la campaña #SaveGenderMuseum con el objetivo de conseguir el presupuesto mes a mes que cuesta mantener el museo: 100 euros que cuesta el alquiler del local, la electricidad y el mantenimiento mínimo. Todo ello en un momento en que por la guerra se complicaba cada vez más. “La situación era cada día muy intensa e incierta, muchos compañeros decidieron irse”, explica, en referencia a otros voluntarios.

Lejos de rendirse, estableció un plan: “Pedí vacaciones a Isaieva, pero le prometí que volvería para ayudarla. Esos días me encerré en casa, trabajando sobre la pared, organicé la campaña cuando todavía no se difundían mucho los crowdfundings”. Aunque puede parecer poco, 100 euros pueden ser el salario mensual de un médico, incluso menos. “El primer mes lo pagué yo, el segundo mis abuelos, el tercero mis primos”, recuerda, hasta que ya la campaña fue llegando a congresos de género, a la esfera del arte y se fueron logrando fondos para mantener en activo el museo por cuatro años más.

Un esfuerzo que se vio recompensado con una ayuda de la Unión Europea, que no solo garantizó la supervivencia del museo, sino que mejoró sus instalaciones trasladándose a un nuevo edificio y creando algo más grande: el Centro de Cultura de Género.

Equipo español y ucraniano

Precisamente en ese recorrido para buscar mecenas que mantuvieron abierto el museo mes a mes, la campaña de María llegó a los medios y lo leyó Daniel Sánchez, director de Gammera Nest y del programa PlayStation Talents. “No solo quiso apoyar el proyecto donando un mes, sino que me propuso hacer un videojuego”, explica la investigadora, que reconoce que era ajena a la estructura y el lenguaje del sector. Algo que no les impidió emprender el proyecto y en el que involucraron al equipo del museo ucraniano. Hicieron talleres en España y en Ucrania, y fue la idea de una participante en Járkov la que puso el marco al proyecto: ¿Por qué no ponerte en la piel de una mujer ucraniana con un diario o escaleta de su día a día?

“El objetivo de VONA/SHE”, explica el responsable de Gammera Nest, “es difundir el conocimiento de la existencia del museo y del trabajo que realiza tanto dentro como fuera de su país. Pero, sobre todo, es mandar un mensaje a las mujeres del mundo para que tomen conciencia de su situación, si no es de igualdad, que al menos se den cuenta de que no es justo y que nadie ha determinado que, por tu género, eres menos que otra persona”. Por eso, el videojuego, que se desarrolla a lo largo de un día en una vivienda estándar, deja elegir a la jugadora o jugador que acepte las tareas impuestas o busque la manera de salir del bucle de las tareas domésticas. “Tú decides si aceptas esa rutina impuesta o te rebelas contra el heteropatriarcado buscando otras salidas para realizarte”, explica Sanz.

Junto a las ilustraciones de Mariya Chorna, artista y activista ucraniana, el videojuego está plagado de referentes femeninos. “Van desde Virginia Woolf, con su petición de un cuarto propio para las mujeres, hasta las artistas revolucionarias dirigidas por Judy Chicago y Miriam Schapiro que en 1972 tomaron una casa abandonada de Los Ángeles (California) y la intervinieron como proclama del arte creado por mujeres, dando lugar a la Woman House. Hay muchos más, pero nos gustaría que cada persona los descubra a medida que avanza en el videojuego”, comenta Daniel.

Apoyar el museo a través del videojuego gratuito

El estreno del juego coincide ahora con el 8 de Marzo y con el aniversario de la invasión rusa de Ucrania. Una situación que hizo que el equipo del videojuego acelerara su desarrollo, a la vez que cruzan los dedos para que el museo siga en pie. De hecho, el antiguo edificio donde se encontraban los fondos, que en su día conoció María en su primera visita a Ucrania, ya no existe. Y es que Járkov es una de las ciudades donde primero golpearon los misiles rusos y cuyas imágenes de huida aún tenemos en la retina. “Desde que estalló la guerra, está siendo un año muy duro. El equipo es mi familia ucraniana. Viví con ellas. Dudé en ir, pero lo que hice fue buscar en mis contactos a gente que estuviera en países fronterizos donde se pudieran refugiar al equipo del museo”. Y así fue, la propia Tatiana Isaieva se encuentra actualmente en Austria. “De no ser por ella, nada hubiera aparecido. Ella ha dado su vida por este museo”, destaca María, que reconoce que también se ha tenido que enfrentar a las críticas en Ucrania por no entender la importancia del feminismo.

Desde allí ha visto cómo se estrena el videojuego que ya está disponible en la plataforma para juegos en PC Steam y para los móviles Android. Pronto estará para IOS, aseguran. “El juego es completamente gratis”, comenta Daniel, “y se posibilita desde el juego el acceso a la web donde se explica en profundidad el proyecto y se permite donar dinero para apoyar al museo y el trabajo que, aun ahora, con la guerra y gran parte de la población diseminada por Europa, sigue haciendo y servirá para ayudar a la reconstrucción del país en cuanto se pueda realizar”. María destaca que con VONA/SHE también quieren representar que “ni todos los videojuegos son violentos, ni son solo para hombres”. El machismo y el patriarcado hay que lucharlo en muchos frentes.

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