Aire Libre Invierno: Aves, pazos y los almendros de Tenerife y Almería

Ruta de almendros en flor en Filabres, Almería.

Miles de aves acuáticas en humedales, águilas y buitres en celos aéreos acrobáticos y grullas –pocas y tardonas– en las dehesas del suroeste peninsular pintan este ‘Aire Libre’ para la Navidad 2023 y el invierno 2024. Se conjugan con talleres de hierbas y quesos ibicencos, los primeros almendros en flor de Almería y Tenerife y los pazos de Emilia Pardo Bazán en Pontevedra.    

“¿Ver aves? Ah, pero eso mejor para la primavera, ¿no?”. Pues no. Un no rotundo. Era uno de los latiguillos que nos soltaban profes y familias cuando comencé hace 11 años con mi actividad paralela de educación ambiental en Aver Aves junto a María Luisa Pinedo. Cuidado, que esa apreciación desde los centros escolares es amplia y erróneamente compartida. Pero aquí está este Aire Libre de invierno para rebatirla.

“La vereda, ensanchándose, se internaba por tierra montañosa, salpicada de manchones de robledal y algún que otro castaño todavía cargado de fruta: a derecha e izquierda, matorrales de brezo crecían desparramados y oscuros”. Emilia Pardo Bazán, escritora, periodista, viajera y precursora del feminismo, no tenía a la naturaleza como fuente de inspiración principal, al menos no tanto como otra gran mujer de las letras gallegas, Rosalía de Castro. Sin embargo, la descripción entrecomillada pertenece a la gran obra de la primera, Los pazos de Ulloa, que, dicen sus estudiosos, tiene su origen en la zona del noreste pontevedrés donde empieza este Aire Libre.

Museo etnográfico Casa do Patrón en Lalín, Pontevedra.

La comarca del Deza, ampliamente ocupada por el término municipal de Lalín, reúne una bella combinación natural-rural, acrecentada por la soledad y la sobriedad del invierno, que no extraña que incite a reflejarla por escrito. A mí me ha ocurrido, y este es un ejemplo. En dos parroquias de Lalín, Catasós y Prado se levantan respectivamente los pazos de Quintela o Casa Quiroga y de Liñares. En el primero vivió Emilia Pardo Bazán y el segundo lo visitó de forma asidua y lo llamó “El Palacio del Recuerdo”. Las estancias en uno y en otro, pero también los paseos por el Bosque de Catasós, declarado monumento natural, y los prados y arboledas cercanos al pazo de Liñares, le permitieron recrear parte de la ambientación de Los pazos de Ulloa.

Emulamos a la gran literata y recorremos estos mismos rincones, en especial el Bosque de Catasós, también llamado fraga, souto o carballeira de Quiroga. Son algo menos de cinco hectáreas transitables por una senda señalizada y entre majestuosos robles y castaños. El pazo de Quintela solo se puede ver por fuera, pero el de Liñares es un espacio sociocultural que alberga el Centro de Gestión y Conocimiento Arqueológico de la Cultura de los Castros y el Museo Gallego del Juguete y la Marioneta. De mi paso por la zona añado dos recomendaciones más: otro pazo, este convertido en quesería y con visitas guiadas, el de Anzuxao; y el ecomuseo Casa do Patrón. Como siempre, consultar antes horarios de visita, especialmente ahora en invierno, y, sobre todo, dejaos guiar.

Contemplar los vuelos acrobáticos y de cortejo de las rapaces es uno de los alicientes que ofrece esta temporada la sierra de Candán, Galicia.

El amor acrobático de las águilas reales

Por si todo lo descrito fuera poco, en la salida hacia el sur de Lalín, entre las sierras de Candán y O Cando, y también por estas fechas invernales –sobre todo en enero–, se contempla una de las ceremonias nupciales más tempraneras y espectaculares de la avifauna, la del águila real. Todo tiene lugar en el aire. Por momentos parece que la pareja está enfadada, porque avanzan una contra otra y llegan a chocar haciendo maniobras acrobáticas. Y además chillan. Es puro amor que, espero, no interrumpa el parque eólico proyectado en esta zona. Me entero de ello actualizando la información sobre la situación del águila real en la zona, al leer que la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) busca fondos para paralizar la construcción de los molinos en estas dos sierras, que forman parte de la Red Natura 2000.

De la mano de Iduna Tours cambiamos las tierras gallegas por las extremeñas, pero sin perder de vista los cielos, donde a las águilas reales se suman buitres leonados, también en plena ceremonia nupcial. Con expertos guías como Hugo Sánchez y Raquel Lozano del Pino es más fácil disfrutar de la calidad invernal en torno a las aves. Aparte de las rapaces en los cielos añaden en sus propuestas grullas en dehesas y humedales y, sin salir de estos últimos, una buena tropa de aves acuáticas invernantes. Citan los valles de los ríos Ambroz y Alagón, en Cáceres, como destinos recomendados para acompañarles y, ya en las postrimerías del invierno, las agrupaciones de cara al celo de algunas aves esteparias.

Aves y tradiciones de Ibiza

Aves acuáticas invernantes hay también para ver y disfrutar en el Parque Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera, uno de esos destinos que bullen de demasiada vida humana en verano, pero que ahora dejan paso a una vida más de pico y pluma. Es cierto que el número de ejemplares en los censos de acuáticas no va muy bien en los últimos años, pero, aun así, personas legas o duchas en materia ornitológica admiran las concentraciones de flamencos, tarros blancos, zampullines cuellinegros, chorlitejos patinegros, chorlitos dorados o cercetas comunes. Y todo en un entorno de salinas, mar e islotes que se estiran entre el sur de Ibiza y el norte de Formentera como dedos que se quieren tocar.

Yoga mirando al mar en Ibiza. Foto: Ibiza Eco Sostenible.

De nuevo recomiendo echar mano de gente experta para moverse por estos ambientes, observación ornitológica incluida. Desde Eco Ibiza Sostenible me confirman que “por estas fechas invernales se pueden hacer casi todas las actividades que proponemos menos las acuáticas”. Pues a elegir a cual más apetecible: taller de plantas ibicencas que incluye la elaboración de un licor de hierbas, la bebida más típica de Ibiza; taller de queso en una granja ecológica donde, aparte de hacer tu propio queso, se aprende mucho sobre la flora, la fauna y las costumbres ibicencas; y taller con otra planta tradicionalmente muy utilizada en la isla, el esparto. ¿Que abruma tanto taller? Pues a por las opciones senderistas, de baño de bosque y hasta de yoga frente al mar.

No quiero pasar página entre las aves, sin citar dos propuestas que llegan desde el Parque Natural Cadí-Moixeró, que reparte su superficie entre Barcelona, Girona y Lleida. El 14 de enero organizan una caminata por los alrededores de Vilanova de Banat (Lleida) para observar especialmente aves que pasan el invierno por la zona. Si se consigue ver a especies como el pinzón real de la fotografía que ilustra la actividad ya habrá merecido la pena. Una semana después sin dar detalles de la zona –mucho mejor– animan a apuntarse a una salida crepuscular y nocturna en un territorio de búho real  para “escuchar su espectacular canto territorial”.

Pazo de Liñares en Lalín, Pontevedra. Foto: Javier Rico.

Rutas, gastronomía y música de almendros

¿Qué os parece si engalanamos finalmente este Aire Libre con las flores invernales del almendro? Desde el primero de estos artículos que publiqué en El Asombrario, en febrero de 2019, llevo invitando a sumergirse en esta floración. Entonces citaba, de pasada, posiblemente los primeros almendros en florecer, los de los campos de Santiago del Teide, en Tenerife. Ahora amplío la recomendación con más conocimiento.

Aunque desde el Ayuntamiento afirman que aún no tienen fechas ni programación concretas, me dicen que “seguramente comenzará a finales de enero y llegará hasta febrero y marzo, y las actividades serán similares a otras ediciones”. Pues vamos con ellas, sobre todo con las rutas entre almendros adaptadas a todo tipo de personas y otros animales: “Almendro en flor sin barreras, en familia, lovers y hasta una con animales de compañía”. A estas rutas se suman degustaciones gastronómicas, mercadillos, talleres y actuaciones musicales.

Azulones entre la bruma del embalse de Cubilar, en Logrosán, Cáceres. Foto: Javier Rico.

De Tenerife a Almería para no perderse otro importante evento en torno al mismo frutal: Rutas del Almendro en Flor Filabres-Alhamilla. De entrada hay alicientes con o sin la efemérides que nos ocupa: el bello pueblo de Lucainena de Las Torres y sus hornos de calcinación, las cuevas en yesos de Sorbas o la arquitectura negra –curioso, donde domina la cal y la teja– en Castro de Filabres. Tras esta introducción hay que apuntarse tres nombres de pueblos repletos de albura almendrada –Benizalón, Benitagla y Alcudia de Montagud– y estar pendientes de las rutas que se organizan por ellos y algunos más, aparte de las Jornadas Gastronómicas de la Almendra y el Concurso de Fotografía Almendro en Flor.

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