Alfonso Albacete retrata a Tino Casal, el huracán que viene y va

Tino Casal es el protagonista del nuevo documental de Alfonso Albacete para Atresmedia.

Alfonso Albacete (Murcia, 1963) es conocido por haber codirigido y coescrito junto a David Menkes las películas ‘Más que amor frenesí’ (1996), ‘Atómica’ (1998), ‘Sobreviviré’ (1999) o ‘Mentiras y gordas’ (2009), entre otras. Ya en solitario, dirigió ‘Solo química’ (2015), ‘La novia de América’ (2023) y, más recientemente, el documental ‘Tino Casal’ para Atresplayer, que retrata y actualiza la figura de un artista que rompía moldes y todo lo hacía a lo grande, cuyo lema parecía ser: Más es más.

Alfonso, lo primero de todo, decirte que es un lujo poder charlar con un referente del cine español que, sin duda, ha marcado las vidas de tantas personas por atreverse a hablar de diversidad sexual en un momento en el que pocos se atrevían. Dentro de tu larga trayectoria como director, tu último trabajo es un documental sobre Tino Casal para Atresplayer. ¿Cómo surge este proyecto?

Antonio Asencio, con quien yo había trabajado en un par de proyectos, me propuso hacer algo sobre Tino Casal. En principio queríamos hacer una serie de ficción, pero cuando lo presentamos nos dijeron: “De ficción nada, chicos, si queréis hacer el documental…”, y dijimos que sí. A los dos nos gusta muchísimo su figura. Ha sido un sueño poder hacérselo llegar a gente que no lo conocía y descubrir muchas cosas sobre él. Ni me lo pensé, dije que sí directamente.

¿Crees que es necesario reivindicar la figura de este artista?

No es un artista tan conocido por las nuevas generaciones y, para las anteriores, hay una especie de confusión sobre quién era realmente. Conocen Embrujada y Eloise, pero no saben realmente quién es. Tino fue alguien muy importante que trajo a España cosas que él había vivido en Londres. Yo lo veo como un precursor de la Movida, como “el padre de…”.

¿Cómo ha sido bucear en los años de la Movida madrileña para reconstruir la historia de Tino Casal?

Divertidísimo. En esa época yo era un niño, pero he ido al Rockola, he visto a Tino Casal, que era un dios subido en su altar, rodeado de gente increíble: McNamara, Sigfrido Martín Begué, Alaska… Eran intocables, personas a las que yo quería acercarme y beber de ellos. Ha sido maravilloso poder meterme en las imágenes de las películas de Almodóvar o de Iván Zulueta, con quien estuve en una fiesta hablando de cine. Para mí ha sido un flashback muy intenso hasta mi primer año de Facultad, cuando me sentía como un intruso, flipando y aprendiendo de todo.

Alfonso Albacete, director del documental sobre Tino Casal.

Alfonso Albacete, director del documental sobre Tino Casal.

Eres de Murcia, aunque has vivido en la capital desde niño. ¿Cómo era ese Madrid de los 80? ¿Asististe a algún concierto suyo? ¿Lo llegaste a conocer?

Tino Casal era muy mainstream, tenía esa imagen diferente y underground y te lo podías encontrar en muchos sitios, pero nunca lo vi en concierto; lo veía por televisión en los programas del momento, que mezclaban todo: cantantes de fuera, grupos de aquí muy horteras y gente como Tino Casal. He ido a conciertos de los Pegamoides, Dinarama, Radio Futura…, y he estado en los desfiles de moda que hacían Almodóvar y McNamara. También estuve en una película bastante delirante de Tito Fernández, A tope (1984), que reunía a todos estos grupos con actores como Rafaela Aparicio, Tip y Coll, Mary Santpere o Cristina Torres (Desi, en la serie Verano Azul).

Aparte de personalidades de la talla de Paco Clavel, Antonio Alvarado, Antonio Villa-Toro, Valeria Vegas o la Terremoto de Alcorcón, en el documental también aparecen las hermanas del cantante: Conchita y Maritina. ¿Cuál es la entrevista más entrañable que recuerdas?

La entrevista a las hermanas fue deliciosa porque son muy de verdad, muy de la tierra. Ellas adoran a su hermano, lo ven como una especie de ángel y no perciben toda esa parte sexual. Tenían el trono de Tino Casal en el salón, al lado de la tele, de una virgen y de un sofá de los de toda la vida. Los armarios están llenos de cuadros suyos, mezclados con vírgenes de Murillo y con toda la ropa del artista, que nos prestaron para el desfile que aparece en el documental. Fue muy entrañable. También destacaría todo lo que aportó Antonio Alvarado, no solamente sobre el día de su muerte, sino sobre cómo lo conoció. Ha sido una gozada poder conversar con alguien que era íntimo amigo suyo, al igual que Villa-Toro.

He querido hacer un retrato muy positivo del artista. No he querido entrar en cotilleos de mesa camilla. La gente que no estaba por la labor de hablar sinceramente y bien de Tino, no he querido que participara.

Precisamente hablando de cotilleos…, el artista estuvo relacionado con Fabio McNamara y Pedro Almodóvar en sus inicios. ¿Cómo de ciertos son los rumores de que la letra de ‘Champú de huevo’ esconde un ataque al director manchego?

Tino era muy amigo de Fanny (Fabio McNamara), lo vestía, salía a tocar en sus conciertos (aunque no tocara), estuvieron viviendo juntos…, y llegó un momento en que Pedro Almodóvar, a quien admiro y conozco mucho, se lo quitó y se lo llevó a hacer sus películas, sus conciertos, sus desfiles… Como dice su biógrafo, Gerardo Quintana, Tino se sintió traicionado y su elegante forma de vengarse fue a través de esta canción, llamándolo Frankenstein. Por lo visto, ese pelo que tenía Fabio se lo hacía con huevo. Todos los que nos poníamos crestas en aquel momento mezclábamos huevo y azúcar para peinarnos.

¿Has llegado a tener cresta también?

He llegado a tener cresta.

¡Qué maravilla! (Risas). Tino Casal representa a la perfección el concepto de creador total: productor, compositor, cantante, diseñador, artista plástico e icono queer. ¿Crees que existe en la actualidad algún artista que se le pueda comparar?

Uf, es que ahora mismo hay muchísimos artistas totales. Yo creo que hay una libertad de creación enorme y hay un montón de artistas así (y a nivel internacional, ya ni te cuento). No puedo decirte solo un nombre…, hay muchísimos.

Aunque no solía hablar de su orientación sexual, la ambigüedad y el misterio que lo rodeaban, además de su estética, alejaban a Tino de la hetero-norma, o, como afirma Carlos Ferrando en el documental, “era una señora estupenda”. ¿Estamos las personas LGTBI obligadas a salir del armario? ¿Cuántas veces tenemos que hacerlo a lo largo de nuestra vida?

En aquella época jugar con la ambigüedad era arriesgado y ellos eran unos valientes. Lo de la salida del armario vino con la aparición de revistas como Shanghai o Zero, pero en ese momento no había salida del armario como tal. Creo que Tino Casal era claramente bisexual y entendía el sexo de otra forma. Era queer, antes de que existiera el término: vestía con ropa de mujer, la customizaba, se ponía lo que le daba la gana y el pelo como quería… Dice Víctor Manuel que la primera vez que lo vio, a las 12 de la mañana en El Manila de Gran Vía, iba pintado como una puerta. Era todo un pionero.

¿Pertenecer al colectivo de forma visible y hablar de diversidad en tu cine te ha abierto más puertas o te las ha cerrado?

Me ha abierto muchas puertas en el mundo. Yo no he hecho ninguna película LGTBI, simplemente en mis películas aparecen personajes y se habla de normalidad y pinto ese mundo que yo veo a mi alrededor (a veces más imaginario y positivo de lo que es), pero yo creo que no me ha cerrado puertas. Si acaso, lo ha hecho en algunos países, donde mis películas no se han podido ver.

Precisamente tu última película, ‘La novia de América’, tiene una versión española y una versión mexicana, y esta última sí que ha sufrido algún tipo de censura, ¿no es cierto?

Totalmente. Dura menos y han quitado los besos de los chicos. He tenido que luchar por cada plano y para que no eliminaran al personaje trans. Tuve que ir a México a supervisar el montaje, porque una de mis condiciones era hablar de lo distintos que somos y que esa desigualdad es precisamente lo que puede acercarnos y quitarnos prejuicios. La película es muy divertida, pero no quería que se perdiera su esencia y he tenido que insistir para que se mantuviera en su versión mexicana.

En el documental se habla de la influencia de David Bowie, Boy George o del cine de terror en la estética del cantante. Por lo visto, siempre tomaba bebidas rojas, como si fuera un vampiro. ¿De quién bebe Alfonso Albacete? ¿Qué tipo de cine o qué directores te han influido más como creador?

La verdad es que es soy un caníbal del cine. Lo veo todo, desde los clásicos, los musicales, el cine de Billy Wilder, Tarantino, David Lynch en su momento más fuerte, no sé… Ayer vi Pobres Criaturas, de Yorgos Lanthimos, y es una barbaridad que me ha explotado la cabeza; ya me gustaba todo su cine, pero a partir de ahora lo pongo en los altares de mis directores favoritos. Me encanta cuando veo una película buena, con actores y actrices bien dirigidos, como, por ejemplo, Anatomía de una caída.

Además de escritor, director y guionista, estás muy involucrado en el mundo musical; eres letrista y autor de temas como ‘El viento y el león’ de Zahara o ‘L’as tu vue’, compuesto para la película ‘La banda Picasso’ de Fernando Colomo, por la que te nominaron al Goya. ¿Qué importancia tiene para ti la música a la hora de hacer cine?

Desde que empiezo a escribir el guión, ya comienzo a pensar en la música. Hago mis propias bandas sonoras maravillosas, con temas que pongo como ejemplo al músico, para que vaya por ahí. No me puedo considerar músico, pero la tengo en mi cabeza todo el tiempo.
 Hacer un musical es muy difícil porque requiere muchísimo dinero, muchísimos ensayos y muchísimo tiempo, pero es un sueño que tengo con Miryam Benedited, la coreógrafa de mis dos últimas películas (meto números musicales siempre que puedo).

Anoche volví a ver ‘Sobreviviré’ y me emocioné como la primera vez. Ha envejecido muy bien. Gracias a películas así, muchos nos sentimos menos solos y menos bichos raros. ¿Eres consciente del fuerte impacto que tuvo el cine que hacías junto a David Menkes a finales de los 90? Como creador, ¿qué destacarías de esa época?

Todavía me encuentro con gente que dice que salió del armario con la escena de la ducha de Más que amor frenesí, con Gustavo Salmerón y Javier Albalá. Yo no quiero ser responsable de tantas salidas del armario, pero es verdad que cada película ha dejado huella en distintas generaciones: están los de Más que amor frenesí y Atómica, los de Sobreviviré, los de Mentiras y gordas…, son generaciones totalmente diferentes. Sobreviviré, por ejemplo, fue un regalo maravilloso; recibíamos cartas de gente que se sentía identificada y a la que la película les había transmitido cosas importantes para su vida. Hablar de la bisexualidad en ese momento era complicado (incluso tuvo sus detractores dentro del colectivo), pero ganó muchos premios y cada proyección fue maravillosa. Hasta ese momento mis películas habían hecho reír, pero nunca llorar. Fue un aprendizaje muy bonito.

Aparte del documental sobre Tino Casal en Atresplayer, ‘La novia de América’ puede verse en Movistar+ y ‘Solo Química’ lleva varias semanas en el Top10 de Netflix. ¡Enhorabuena! ¿Podríamos decir que eres un huracán profesional que viene y va buscando acción?

(Risas). Las plataformas tienen cosas buenas y cosas malas. Lo bueno es que pueden dar una segunda vida a películas como Solo química, que es una comedia romántica con mensaje que no se vio lo suficiente en cines. Estoy muy agradecido de que el algoritmo de Netflix, por las visualizaciones y los likes, la haya posicionado tan bien. Soy un luchador del cine. Sigo luchando con la siguiente película y con la siguiente serie. Uno de mis referentes es Fernando Colomo, que fue productor mío, y con casi 80 años sigue haciendo cine. Quiero ser como él y como Pedro Almodóvar, que pese a sus dolores de espalda, sigue ahí creando.

Ya para terminar, ¿puedes contarnos algo sobre tu próximo proyecto?

El proyecto más inmediato que tengo es una película que he escrito con Cayetana Guillén Cuervo, que será la protagonista. Es un guión que emociona solo con leerlo y estoy encantado. Es un sueño que voy a poder dirigir este año en Madrid y que va a tener un reparto lleno de estrellas, mujeres con las que ya he trabajado y otras nuevas. Ya estamos con la preproducción y es un proyecto que me apetece muchísimo.

Deja tu comentario

¿Qué hacemos con tus datos?

En elasombrario.com le pedimos su nombre y correo electrónico (no publicamos el correo electrónico) para identificarlo entre el resto de las personas que comentan en el blog.

Comentarios

  • Alfonso Albacete retrata a Tino Casal, el huracán que viene y va – El Asombrario – Que pasa en

    Por Alfonso Albacete retrata a Tino Casal, el huracán que viene y va – El Asombrario – Que pasa en, el 30 enero 2024

    […] Tino Casal es el protagonista del nuevo documental de Alfonso Albacete para Atresmedia. Alfonso Albacete (Murcia, 1963) es conocido por haber codirigido y coescrito junto a David Menkes las películas ‘Más que amor frenesí’ (1996), ‘Atómica’ (1998), ‘Sobreviviré’ (1999) o ‘Mentiras y gordas’ (2009), entre otras. Ya en solitario, dirigió ‘Solo química’ (2015), ‘La novia de América’ (2023) y, más recientemente, el documental ‘Tino Casal’ para Atresplayer, que […] Alfonso Albacete retrata a Tino Casal, el huracán que viene y va – El Asombrario […]

Te pedimos tu nombre y email para poder enviarte nuestro newsletter o boletín de noticias y novedades de manera personalizada.

Solo usamos tu email para enviarte el newsletter y lo hacemos mediante MailChimp.