Claves para superar la dependencia excesiva del aire acondicionado

Decenas de compresores de aire acondicionado en la fachada de un edificio. Foto: Pixabay.

Entramos en junio, el mes que da paso al verano. En las últimas semanas hemos tenido lluvias y temperaturas moderadas, pero el pasado mes fue el abril más caluroso en España desde que comenzaron los registros en 1961. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un verano con temperaturas por encima de la media de esos registros, que ya vienen siendo altos en los últimos años. ¿Salimos en tromba a comprar/renovar aparatos de acondicionado? Esperad, un momento, no corráis. Saquemos el máximo provecho a los que tenemos e incluso mejoremos las condiciones de habitabilidad de nuestros hogares para utilizarlos lo menos posible (o nada) sin perder confort. Por el bien de nuestros bolsillos y por la salud del planeta.

La Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (Andimat) inició justo en abril, con el calor dominando los termómetros, una campaña muy ilustrativa titulada La envolvente, lo primero. Se trata de un juego visual en el que hay que dibujar una casa con apariencia de sobre sin levantar el lápiz ni pasar dos veces por el mismo sitio. Spoiler parcial: se consigue dibujando primero el contorno, es decir, la envolvente del edificio, antes de entrar en el interior a buscar soluciones para atenuar el calor.

Sí, es insistir en lo de siempre: las medidas pasivas impiden que dependamos en exceso del consumo energético para conseguir un confort térmico e incluso acústico en nuestros hogares. Es lo de siempre, pero según datos combinados del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2011 había 9.730.999 edificios de viviendas en España, y de la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España, llega solo a 28.364 el número de edificios destinados a vivienda que han sido objeto de reforma o restauración y mejora de sus prestaciones en ahorro y eficiencia energética. Es decir, menos del 0,3% se han rehabilitado, y desde la Unión Europea nos apremian a mejorar estos datos. Esto mismo se puede extender al resto del parque edificado.

Primera medida: preocuparte por quienes lo pasan peor

No obstante, se puede mejorar el confort y bajar unos grados la temperatura sin necesidad de recurrir a rehabilitaciones integrales o parciales. Otra de las últimas informaciones en este campo viene desde la Universidad de Waterloo, en Canadá , país menos habituado a temperaturas cálidas, pero que también las empieza a sufrir en los últimos años. En 2021 se registraron 619 muertes prematuras durante las temperaturas récord que sufrió la provincia de la Columbia Británica. En una guía de protección contra el calor elaborada por 60 personas expertas en la materia expone medidas que van de 0 a más de 250 euros de inversión.

Llama la atención, muy positivamente, que la primera medida sea preocuparse por las personas cercanas que por edad u otro tipo de vulnerabilidad social o de salud puedan sufrir con mayor gravedad las consecuencias de las altas temperaturas. A partir de aquí vienen clásicos como ventilar los hogares abriendo las ventanas en las horas menos cálidas del día; jugar con la ventilación cruzada entre ventanas; instalar cortinas, parasoles, toldos o mosquiteras que amortigüen la incidencia directa del sol; rodearse de vegetación en la medida de lo posible, en jardines, balcones, ventanas, fachadas y cubiertas; e instalar dobles ventanas o doble acristalamiento.

Hasta un 80% de ayudas en la rehabilitación de edificios

En cuanto a la rehabilitación integral de los edificios, clave en los planes y programas de transición energética de España y la Unión Europea, Luis Mateo, director general de Andimat, recuerda que el objetivo principal de la campaña La envolvente, lo primero es que “tanto usuarios como administradores de fincas conozcan sus beneficios. Por ejemplo, no se conoce cómo acceder a los fondos de recuperación Next Generation procedentes de Bruselas y gestionados por el Gobierno central y las comunidades autónomas, y que en algunos casos supone conseguir ayudas que cubren el 80% de los gastos y añaden desgravaciones fiscales”.

Por otro lado, la rehabilitación energética de edificios se alía con la lucha contra la pobreza energética para impedir que nadie se quede atrás en el logro de alcanzar un parque de viviendas más confortable y asequible y menos derrochador de energía. La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 incluye medidas con rehabilitaciones exprés a bajo coste o coste cero, con cambio de equipos térmicos y modificación de elementos de la envolvente de la vivienda. Y por si algo falla, ahí está la Alianza por la Rehabilitación de Viviendas sin Dejar a Nadie Atrás, compuesta por más de 20 entidades y ONGs, que vigila y lanza propuestas para que el confort térmico y la eficiencia energética sean requisitos mínimos de habitabilidad tanto para viviendas en propiedad como en alquiler. Otro recurso informativo es la Red de Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación , creada dentro de la página web del Colegio Superior de Arquitectos de España.

¿Rehabilitar igual a embrollo de obra? No siempre

Aparte del presupuestario, otro escollo de cara a las rehabilitaciones, parciales o integrales, son las obras. Desde Andimat, Luis Mateo da algunas pistas que no necesariamente conllevan ponerlo todo patas arriba: “Si actuamos sobre la cubierta es fácil, es levantar y poner el aislamiento, no interfiere en la vida de las personas, lo mismo que si se aísla con ventanas más eficientes; otra cosa es si aislamos fachadas y muros por el interior, pero también se puede hacer por el exterior, como ponerle una segunda piel al edificio, o inyectando aislamiento por la cámara de aire”. Esto último se complica en edificios de más de cuatro o cinco pisos o con cámaras de aire inferiores a cinco centímetros. Con este tipo de medidas aseguran que bajaría notablemente la necesidad de usar el aire acondicionado, ya que, de media, se reduce en un 50% la demanda de energía para enfriar una casa.

Lógicamente, estas medidas y normas son exigibles a todo tipo de edificios, no solo de viviendas, sino también comerciales, de servicios o de trabajo. En muchos de ellos acaba siendo inevitable el uso de aparatos de aire acondicionado o ventiladores, preferiblemente de techo. Estos últimos consumen menos energía y son un complemento ideal para estancias donde hemos conseguido por diferentes medidas pasivas impedir que el calor exterior más elevado penetre al interior. Así se logran descensos de entre 3 y 5 grados. Si no se consigue, y para alcanzar nuestro confort y bienestar dependemos del aire acondicionado, de nuevo es importante acudir a voces expertas.

Básico: el buen mantenimiento del aparato de aire acondicionado

También en pleno pico de calor del mes de abril, la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia) emitió una nota de prensa en la que recomendaba, antes de proceder al encendido de los equipos de aire acondicionado, adoptar una serie de medidas para garantizar una adecuada puesta a punto. Las cuatro principales a tomar son: realizar una limpieza anual de los filtros de aire; revisar que los aislamientos de los circuitos frigoríficos –los tubos por los que circula el líquido refrigerante entre la unidad interior y la unidad exterior– están debidamente aislados; comprobar que las conexiones eléctricas están en buen estado; y seguir las pautas relativas al uso de los aparatos de aire acondicionado.

“Limpiar filtros y cualquier operación de limpieza básica son operaciones sencillas que puede realizar cualquier usuario; no requiere manipulación del aparato, solamente descubrir en muchos casos la tapa del equipo y extraer el filtro para lavarlo y limpiarlo”, explica Inmaculada Peiró, directora general de Agremia. Para quienes prefieran no asumir estas labores, Peiró recuerda que “se puede contar con un contrato de mantenimiento, que facilitará la correcta realización de este tipo de actuaciones por una empresa habilitada”.

27ºC, la temperatura ideal

Por otro lado, también ayudará a alargar su vida útil un correcto uso del mismo, sin llegar al extremo de, por ejemplo, si en el exterior se alcanzan los 40 grados, en el interior queramos estar a 20 grados. Nueva visita a voces y miradas expertas, como las del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE): “Una temperatura de 27ºC o superior con ropa adecuada es suficiente para mantener el confort de una vivienda, y cuando se encienda el aparato de aire acondicionado no hay que ajustar el termostato a una temperatura más baja de lo normal porque no enfriará la casa más rápido y el enfriamiento podría resultar excesivo y, por tanto, un gasto innecesario”.

El IDAE también recomienda que si se tiene que renovar el aparato pero se necesita refrigerar y también calefactar la casa, hay que optar por un equipo tipo bomba de calor, que tenga etiqueta energética A o superior. En cualquier caso, Inmaculada Peiró advierte que “los cálculos de una instalación de aire acondicionado deben realizarse por una empresa habilitada y según indica el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), y no sólo debe atenderse a las dimensiones de la estancia, sino a otras circunstancias, como orientación, antigüedad del inmueble, nivel de aislamiento, uso al que se destina, tipología del equipo que se pretende instalar, nivel de eficiencia energética del mismo, etc… Adicionalmente, deberá verificarse que la instalación cuenta con un sistema de alimentación eléctrica con suficiente capacidad para alimentar el equipo de manera segura”.

Más garantía y más piezas de recambio durante más tiempo

Si se unen buen dimensionamiento y buen mantenimiento, el equipo dará para muchos años. Miguel Ángel Sagredo, responsable del departamento jurídico de Agremia, añade, en relación al cumplimiento de las normas españolas y europeas en cuanto eficiencia, seguridad energética y respeto al medio ambiente de estos equipos: “En el caso de que el cliente tenga la condición de consumidor, será de aplicación la Ley de Defensa de los Consumidores y Usuarios, que desde el 1 de enero de 2022 extendió con carácter general los plazos de garantía de los productos nuevos y que los fabricantes tengan disponibles piezas de recambio de los productos durante diez años después de su retirada del mercado, en lugar de los cinco que se establecía con anterioridad a dicha fecha”.  Según Sagredo, “todo ello favorece el derecho de los consumidores a la reparación de sus equipos, combatiendo así prácticas como la obsolescencia programada”.

Llegará un momento en que el aparato de aire acondicionado no dé más de sí y se convierta en un residuo peligroso, pero aprovechable. Las mismas normas que regulan su fabricación, instalación y mantenimiento también velan por su adecuado tratamiento final. Lo recuerda igualmente Sagredo: “La instalación, mantenimiento y reparación de equipos de climatización sólo debe ser realizada por empresas de instalaciones térmicas habilitadas que, adicionalmente, deberán estar inscritas en un registro público como productores de residuos, lo que les obliga a contar con un contrato con una empresa de gestión de residuos, a quien deberán entregar los equipos para su correcto tratamiento. Este proceso no implica sólo al propio equipo, sino al gas refrigerante que utiliza para su funcionamiento, en particular cuando es un gas fluorado, que debe ser debidamente extraído del equipo y del circuito frigorífico, a fin de evitar la emisión del mismo a la atmósfera”.

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Comentarios

  • Ciudades acaloradas – EcoPolítica

    Por Ciudades acaloradas – EcoPolítica, el 07 octubre 2023

    […] aire acondicionado será una opción cada vez más habitual. Sin embargo, la AEMA advierte que la dependencia social e individual del aire acondicionado puede provocar un uso excesivo. Este podría impedir que las personas se adapten de forma natural […]

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