Únete a la ‘Lucha por tu naturaleza’: nuestro futuro está en juego

Un chico de Papúa Nueva Guinea sostiene una cría de tortuga carey. Foto: Jürgen Freund.

POR ISAAC VEGA / WWF ESPAÑA

La ciencia nunca ha sido más clara, nos enfrentamos a una emergencia planetaria. Las crisis interdependientes de la pérdida de biodiversidad, la degradación de los ecosistemas, el cambio climático y el riesgo creciente de pandemias originadas por zoonosis amenazan el futuro de la humanidad y requieren una acción global urgente y coordinada. La situación es crítica y precisa una respuesta inmediata que es esencial para garantizar nuestra propia supervivencia y la de toda la vida en La Tierra. Aunque los líderes mundiales no están actuando a la altura de las circunstancias, como acaba de quedar demostrado una vez más en Ginebra, debemos actuar ya y hacerlo con un nivel de ambición acorde con el desafío que tenemos por delante, porque no existe otra alternativa viable. Nos jugamos todo y la solución está en nuestras manos… Te presentamos la campaña ¡Lucha por tu naturaleza!

Hace dos años, decenas de jefes de Estado y de gobierno se comprometieron a proteger la naturaleza para 2030. A pesar de ello, en las últimas semanas de conversaciones en Ginebra, esa promesa cargada de buenas intenciones ha vuelto a encontrar demasiados obstáculos para hacerse realidad.

Del 13 al 29 de marzo, negociadores gubernamentales de los países firmantes de la Convención para la Diversidad Biológica de la ONU (entre los que están todos los países de la Unión Europea y Latinoamérica, China y Rusia, entre otros, pero no Estados Unidos), se han reunido en Ginebra para preparar la Cumbre sobre Biodiversidad (COP15), que tendrá lugar en Kunming (China) a finales de este año.

La cita ha reunido a los representantes presencialmente, por primera vez desde las últimas reuniones previas a la pandemia de Covid-19, celebradas en febrero de 2020 (Roma), para debatir el borrador del Marco Global de Biodiversidad posterior a 2020.

Al cierre de la última ronda de conversaciones los avances conseguidos en las negociaciones para lograr un Acuerdo global ambicioso en la COP15 que permita detener la pérdida de biodiversidad para 2030 han sido escasos.

Según WWF, los gobiernos no han mostrado interés en comprometerse con el reto de detener la pérdida de especies para 2030, un reto ya firmado hace 10 años para 2020. Los gobiernos deberían priorizar futuras negociaciones o arriesgarse a fracasar en la COP15. Como positivo destaca el cada vez mayor consenso en que el objetivo general del Acuerdo de Kunming debe ser revertir la pérdida de biodiversidad para 2030.

Para Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, “el mundo por fin comprende que la pérdida de la naturaleza representa una enorme amenaza para la salud humana y los medios de subsistencia. Sin embargo, a pesar de que los líderes mundiales han repetido que están comprometidos a tomar medidas sobre la naturaleza, hemos visto muy pocos avances en Ginebra. Será esencial que se muestre un mayor liderazgo en la próxima ronda de negociaciones si queremos allanar el camino para acordar un Marco Mundial de Biodiversidad ambicioso, preparado para el futuro y adecuado al desafío que enfrentamos”.

Recolección en el parque Nacional Royal Bardia, al oeste de Terai, Nepal. Foto: Simon de Trey White.

Como explica Lambertini: “A diferencia del cambio climático, la pérdida de la naturaleza no tiene un acuerdo mundial similar al Acuerdo de París para impulsar la acción e implicar a todos los sectores. Los países ahora deben adoptar formalmente este nivel de ambición en la COP15, a la vez que deben asegurar que el acuerdo final de Kunming contemple todos los ingredientes necesarios. Es vital que terminemos esta década con más naturaleza, no menos. Los gobiernos deberían cumplir con todo lo que sea necesario para revertir la pérdida de la naturaleza”.

Preservar hábitats y… ¡Ojo, también especies!

Los objetivos del borrador del plan de la ONU se centran en proteger los hábitats, detener la pérdida de especies y preservar la diversidad genética. El objetivo global de proteger y restaurar el 30% de la tierra y el agua fue muy apoyado en Ginebra, y respaldado por el reconocimiento de los derechos y responsabilidades de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Pero un mundo positivo para la naturaleza no será posible sin una acción complementaria sobre las actividades que causan la pérdida de biodiversidad: agricultura, pesca, silvicultura e infraestructuras.

Sin embargo, los gobiernos no han mostrado interés en comprometerse con medidas concretas ante el reto de detener la pérdida de especies para 2030. Un desafío similar al adoptado en Aichi hace más de una década para detener la pérdida de biodiversidad para 2020 y que es lo que se tiene que aprobar en Kunming.

Según Guido Broekhoven, jefe de Investigación y Desarrollo de Políticas de WWF Internacional, “es importante que se hayan logrado avances en la conservación de los hábitats y en los derechos humanos. Pero el borrador del plan debe comprometer a los países a tomar medidas concretas y ambiciosas sobre los factores causantes de la pérdida de la naturaleza. De nada sirve conservar el 30% del mundo si destruimos el resto. WWF insta a los gobiernos a comprometerse a reducir a la mitad la huella de la producción y del consumo para 2030. La falta de ambición sobre las especies es decepcionante. Cada año se extinguen más aves, peces y anfibios, y es preocupante que no hablemos de un objetivo concreto para detener su pérdida antes de 2030”.

Las negociaciones en Ginebra no lograron avances en áreas clave, como la financiación y la distribución equitativa de los recursos genéticos, lo que forzó al anuncio de una ronda adicional de negociaciones en Nairobi (Kenia), del 21 al 26 de junio.

El debate sobre las finanzas, tanto en relación a las acciones para abordar la pérdida de biodiversidad, como de los pasos necesarios para transformar los sistemas financieros para que funcionen a favor de la naturaleza y no en contra de ella, continuó hasta el último día de las conversaciones. Los países en desarrollo han pedido más financiación para apoyar la acción sobre la biodiversidad. WWF subraya la necesidad de que los países encuentren un terreno común en Nairobi sobre cómo se financiará el plan final y destaca que, sin un mecanismo de implementación sólido y una mayor financiación, el plan final de la ONU no podrá generar acciones ambiciosas sobre el terreno.

Es nuestro momento: ¡Lucha por tu naturaleza!

La emergencia planetaria es una realidad y en WWF hemos asumido el reto: estamos impulsando la aprobación en Kunming (China) de un nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas amparado por las Naciones Unidas (ONU).

Un pacto por la vida que reconozca el vínculo entre la naturaleza, el clima y la salud de las personas y que restituya nuestra relación ancestral con el medio que nos rodea y sustenta. Para lograrlo necesitamos una respuesta urgente y la participación de todos (personas, instituciones, gobiernos y empresas); y aquí y ahora pedimos tu apoyo: ¡Lucha por tu naturaleza! 

La naturaleza nos protege y conservarla es cuidar nuestra salud

Ya han pasado dos años desde que se declarase la pandemia de la Covid-19 y la crisis sanitaria global está teniendo un enorme impacto socioeconómico y emocional en nuestras vidas. Millones de afectados y de personas fallecidas y un preocupante escenario económico futuro que nos inquieta a todos. Pero también nos debe hacer reflexionar sobre nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza.

Porque la destrucción de la naturaleza, debido al creciente impacto humano sobre los ecosistemas y la vida salvaje, combinado con el cambio climático, está facilitando la propagación de patógenos, aumentando el riesgo de contacto y transmisión al ser humano con los consiguientes efectos negativos sobre nuestra salud.

Joven abatido tras un incendio forestal en Sumatra. Foto: Mark Edwards.

El 70% de las enfermedades humanas son producidas por la destrucción de la naturaleza. Pero la realidad es que virus y bacterias han convivido con nosotros desde siempre y se distribuyen entre las distintas especies sin afectar al ser humano en hábitats bien conservados.

La destrucción de los bosques, la minería, la construcción de carreteras y el aumento de población no solo provoca la desaparición de especies, sino también que las personas tengan un contacto más directo con especies de animales salvajes y, de esta forma, también con sus enfermedades y los patógenos que transportan.

Naturaleza en números rojos

Las señales de alarma son inequívocas. Tres cuartas partes de los medios terrestres y el 66% de los medios marinos están profundamente alterados, hemos reducido más del 30% de la superficie forestal en todo el mundo, perdido más del 85% de los humedales y el 33% de los stocks pesqueros están sobreexplotados.

La agricultura y la ganadería ocupan una tercera parte de la superficie terrestre aprovechable y consumen tres cuartos de los recursos hídricos disponibles; debido a ello, el 40% de la población mundial está afectada por la escasez de agua. Un detalle muy ilustrativo y significativo del caos al que nos dirigimos: las abejas se mueren y el 70% de nuestros cultivos depende de estos insectos polinizadores.

Como consecuencia de todo esto, cada hora desaparecen tres especies, algunas sin descubrir y sin saber qué nos podrían aportar. Un millón de especies está en peligro de extinción, podrían desaparecer en los próximos años y no nos lo podemos permitir. Según el Informe Planeta Vivo de WWF, en solo cuatro décadas la Tierra ha perdido más de la mitad de su riqueza natural debido a acciones humanas.

Conservar nuestra naturaleza es cuidar nuestra salud. Sin embargo, caminamos por la senda opuesta: sobreexplotamos sus recursos naturales, producimos y consumimos de manera insostenible, contaminamos los océanos y emitimos gases que están calentando La Tierra a niveles que podrían ser catastróficos para todos.

Necesitamos parar esta crisis ya y hacerlo juntos, porque la conservación de la naturaleza va más allá de contener una asombrosa diversidad de vida y hábitats.

Cuidar la red de la vida es asegurar nuestro futuro

La naturaleza es asombrosa y, además de contener la solución para nuestro futuro, es muy rica y diversa. La red de la vida es impresionante: existen unos 8 millones de especies y el entramado vital es tan rico y variado que incluye desde bacterias y pequeños seres como el plancton que alimenta a ballenas, o abejas y mariposas que polinizan las flores y nuestros cultivos, a grandes colosos como los elefantes y los rinocerontes o la especie humana. Todas y cada una de las especies Somos Naturaleza y nos necesitamos.

La biodiversidad es nuestra riqueza natural y nos proporciona todo lo que necesitamos para vivir: oxígeno para respirar y agua para beber, alimentos, refugio y relax, es la mayor farmacia del planeta y nuestra principal fuente de salud. La naturaleza nos abriga, sostiene e inspira.

A pesar de todos sus beneficios no la estamos cuidando y ahora caminamos por la senda de la sexta gran extinción. Por primera vez desde que surgiera la vida hace 4.000 millones de años, nos enfrentamos a la primera extinción masiva provocada por la acción humana, con una tasa de extinción mil veces superior a lo natural.

Y hoy más que nunca nuestra salud depende de su conservación. Somos Naturaleza y debemos protegerla para protegernos a nosotros mismos, a los nuestros y a todos los seres vivos con los que compartimos este exclusivo y maravilloso planeta, el único con vida conocida.

Para luchar contra todas sus amenazas, en WWF estamos impulsando la creación urgente de un nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas amparado por la ONU. Un pacto que reconozca el vínculo entre la naturaleza, el clima y la salud de las personas y que adopte medidas para alcanzar los siguientes objetivos: la protección del clima, cero extinción de especies, cero pérdida de hábitats y reducir a la mitad nuestra huella ecológica sobre el planeta.

Tú puedes ayudar a conseguirlo. Por la salud de la naturaleza y la nuestra, únete a nuestra Lucha por tu Naturaleza. Firma la petición, cerca de 90.000 voces ya se han sumado.

Este año los líderes mundiales deben asegurar la implementación efectiva de un acuerdo por la naturaleza “al estilo del Acuerdo de París del Clima”, que incluya un conjunto claro de metas, hitos y objetivos medibles y basados en la ciencia.

El acuerdo debe servir para garantizar que tengamos más naturaleza en 2030 de la que teníamos en 2020, incluyendo la meta de conservar el 30% de la tierra, el agua dulce y los océanos para 2030, el respeto de los derechos de las poblaciones locales, así como un hito en 2030 para reducir a la mitad la huella de producción y consumo.

Muchos esperan que este gran acuerdo final de biodiversidad sea adoptado en la Conferencia de Biodiversidad (COP15) que tendrá lugar a finales de año en China, pero no podemos relajarnos. Kunming representa una oportunidad única en esta década para asegurar un acuerdo global que aborde la pérdida de la naturaleza y asegure nuestro futuro y el de la vida en la Tierra. ¡Ojalá no la desperdiciemos!

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