El móvil mató a las estrellas que reproducían música
Confirmado algo que era evidente: cadenas y mini-cadenas de música, amplificadores, reproductores de CD, radiocasetes, sintonizadores de radio, altavoces clásicos, tocadiscos… cuentan poco o nada entre las formas de escuchar música actual. Lo dicen en los puntos limpios: “Sí, se nota que traen muchos de esos aparatos”. Lo dicen en las grandes tiendas de distribución: “Incluso las ventas de reproductores de MP3 son testimoniales”. Y lo corroboran los estudios: “La transmisión por internet representa el 84% de los ingresos totales de la industria musical de Estados Unidos”. En la misma línea va una encuesta que creé en Google: de 167 personas que la contestaron, 131 escuchan principalmente música a través del móvil y 23 a través del ordenador y el televisor inteligente. Esta vez sí, el móvil mató al resto de estrellas que reproducen música.
Hace menos de un año ya utilicé en un subtítulo para un artículo en esta misma sección una frase similar: El móvil mató a la estrella de la radio, la música, la foto, la película… En aquella ocasión hablaba de todos los aparatos eléctricos y electrónicos que el móvil ha arrinconado o reducido a la mínima expresión en los hogares: cámaras fotográficas, radios, linternas, despertadores, relojes, calculadoras e incluso televisores. Y sí, también los equipos clásicos de escuchar música.
A lo largo de la historia, desde la invención y aparición del fonógrafo como primigenia forma de escuchar música grabada han desfilado por los hogares variados aparatos con el mismo objetivo: gramófono, magnetófono, tocadiscos, casete y radio casete, walkman, reproductor de CD, discman, reproductor de MP3 o cadenas que incorporan parte de los mencionados. Si tomamos como referencia una encuesta creada en Google con ocasión de este artículo (Nuevas formas de escuchar música), y a la que han contestado 167 personas, muchos de estos aparatos siguen en los hogares.
No todas contestaron a la pregunta “En el caso de no escuchar música ya con los aparatos convencionales, ¿qué has hecho con ellos?”. No respondieron sobre todo las personas menores de 30 años, que muy posiblemente empezaron a escuchar música con el ordenador, un reproductor de grabaciones digitales o el móvil. De las 99 que contestaron, 45 afirman tenerlos todavía en casa por dejadez (más de una no sabe “ni dónde estarán”), nostalgia, decoración o uso muy puntual. Solo 18 personas afirman que los utilizan mucho o como principal forma de escuchar música. Quienes se han desprendido de ellos afirman que los donaron o regalaron (18), los llevaron a un punto limpio (12) o, lo peor, los tiraron a la basura (6).
Las tiendas también recogen RAEE
Nadie afirma haberlos llevado a una tienda tras adquirir uno de similares características o depositar uno pequeño aunque no compres otro. Hay que recordar que el real decreto sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) obliga al establecimiento donde compramos un nuevo aparato a que recoja el viejo, y si la tienda supera los 400 metros cuadrados también están obligados a recoger pequeños que no sobrepasen los 25 centímetros, aunque no compres ninguno. Desde MediaMarkt Iberia, una de las principales cadenas de venta de electrodomésticos, afirman: “A diferencia de otros muchos productos que la gente trae a nuestras tiendas para que hagamos un tratamiento adecuado de ellos, no ocurre lo mismo con los reproductores de música”.
Que van muchos al punto limpio lo corroboran en aquellos adonde yo me acerco habitualmente para depositar diversos residuos: “Sí notamos que durante los últimos años traen muchos aparatos antiguos para escuchar música, sobre todo las cadenas y mini-cadenas; y además traen muchos CD y cintas de vídeo”. Y me enseñan dos grandes cubetas llenas de ambos. Lo que no acabo de ver claro es que algunos aparatos electrónicos se depositen con el trato y cuidado necesarios para que luego se puedan reutilizar si están en buen estado.
La pervivencia del vinilo y la caída del reproductor de MP3
De entre todas las formas clásicas de escuchar música, la única que pervive con cierta estabilidad es la de los tocadiscos y los vinilos. Incluso las casetes disfrutan de cierto revivir. Lo veo en la plataforma de venta on line de música Bandcamp, donde el formato de casete convive con el vinilo, la descarga digital y el CD. Pero sobre todo domina el vinilo. Marc Campillo, responsable de la compañía independiente Foehn, que vende a través de Bandcamp, afirma que mantiene la misma producción que hace años, ni baja ni sube: “Suelen ser 300 copias en vinilo, que no son muchas, pero que ya cuesta vender para una indie como la nuestra. Es verdad que aunque no hacemos CD, el vinilo sale mejor que antes, y mantenemos los precios, mientras que la mayoría los han disparado”.
Del CD no queda rastro ni siquiera en muchos ordenadores, ya que muchos vienen ya sin la unidad para reproducirlos, en especial los portátiles. Y es que en el ámbito digital quien manda es la reproducción a través de internet, sea de pago o gratuita. En este ámbito, hasta los reproductores de MP3, que fueron las estrellas a finales del pasado siglo y principios del presente, están pasando a mejor vida. El portal especializado pocket-lint.com recordaba no hace mucho que el último modelo de iPod es de 2019 y que Apple ya ha anunciado que no lanzará ninguno nuevo y dejará que se agoten las existencias de los que hay en el mercado.
“En los últimos años, sobre todo desde la llegada de los primeros smartphones y las aplicaciones de música en streaming, los productos de reproducción de audio portátil, como los de MP3, ya no tienen la misma acogida entre los clientes. Concretamente, este mercado presenta un decrecimiento del 20%. Esta tendencia viene desde hace un par de años y según las previsiones se mantendrá en el tiempo”, afirman desde MediaMarkt Iberia. Quizá sea una buena ocasión para, antes de que se retiren del mercado, comprar algunos modelos por menos de 30 € con capacidad para almacenar hasta 2.000 canciones.
El 89% de la música se escucha a través de internet
Está claro, quien domina la reproducción musical es internet. Según otro portal internacional especializado, musicalpursuits.com, los suscriptores de música de pago a nivel mundial aumentaron en los últimos años un 26,4%, llegando a los 523,9 millones durante la pandemia de Covid. En los dos años transcurridos desde el primer semestre de 2019, los ingresos por suscripciones de música de pago han crecido un 40%. El mismo portal recoge datos de la Recording Industry Association of America (RIAA), donde se destaca que en Estados Unidos en 2021 la transmisión de música representó el 84% de los ingresos totales de la industria musical. Y otro dato importante: cada suscripción de pago está asociada a casi cuatro equipos transmisores de la misma, desde el móvil o una tableta a un ordenador o altavoces o televisores inteligentes.
El informe de 2019 de la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI, en sus siglas en inglés) reflejaba que el 89% de la escucha de música se hace a través de servicios por streaming. Estos datos no están muy alejados de la encuesta creada en Google para este artículo: de 167 personas, 131 escuchan principalmente música a través de esta forma con el móvil y 12 más a través de otros soportes móviles, el ordenador o el televisor inteligente; es decir, el 86%. Incluso en ambas encuestas, la mía de Google y la de IFPI, aparece el mismo porcentaje de personas que seguimos escuchando música principalmente con equipos tradicionales de alta fidelidad y tocadiscos: el 8%.
Tal es la revolución en la escucha de música por internet, que en España el Estudio General de Medios (EGM) lo ha incluido en los últimos años en sus encuestas. En 2020, la entidad que realiza el EGM, la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, concluía que más de un 45% de los españoles consultados habían escuchado música en streaming en los últimos seis meses. Algunos datos más: este modo de acceder a la música es usado por un 73% de personas entre 14 y 24 años y va descendiendo con la edad hasta llegar a situarse en un 12% en mayores de 75 años. Estos porcentajes han subido con toda seguridad, sobre todo entre la gente joven. En el caso de la encuesta de Google, todos los jóvenes de menos de 30 años respondieron que escuchan música preferentemente a través del móvil y por internet.
Auriculares de todas las formas y colores
Por último, aparte de los móviles y los altavoces inteligentes, y en menor medida las micro-cadenas de música, como aparatos para reproducir música on line, hay unos periféricos electrónicos que han disparado su uso: los auriculares. “Desde 2019 se ha notado un aumento en la demanda, especialmente de los inalámbricos. Y en este último año también hemos notado un incremento de los auriculares de diadema. De hecho, en tan solo un año las ventas han crecido cerca del 50%”. Lo dicen desde MediaMarkt Iberia y se comprueba a poco que echemos un ojo por la calle o en el transporte público, donde se da una auténtica pasarela de formas, tamaños, colores y modelos de auriculares.
Otra pregunta de la encuesta de Google era si las personas que escuchan música principalmente a través de dispositivos móviles cambian a menudo de auriculares. La mayoría (99) dicen que no, pero hay 28 personas que sí cambian con frecuencia. No hay que olvidar que, sean del tamaño que sean los auriculares –grandes y aparatosos, con luces led y micrófono para quienes juegan con consolas, hasta diminutos para quienes hacen deporte y se pueden recargar para que tengan hasta 24 horas de autonomía y escuchar música por bluetooth– todos se convierten en residuos al final de su vida útil y hay que tratarlos como cualquier otro RAEE: punto limpio o tienda de electrodomésticos.
Sigamos escuchando música, pero con el mayor respeto por el entorno. Y esto va también para quienes la escuchan a todo volumen en los transportes públicos, sea con auriculares o sin ellos.
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