Música prohibida para mujeres, en el Museo Thyssen
María Dolores Nchama recrea en una performance dentro del ciclo ‘Visión y Presencia’ del Museo Thyssen-Bornemisza el papel invisible de las mujeres fang en Guinea Ecuatorial, donde hasta tienen prohibido tocar instrumentos musicales. Es la tercera edición de este ciclo en el que se da espacio y visibilidad a mujeres artistas por medio de performances y conferencias para reclamar luchas feministas y mucho más.
Con Prohibido para mujeres, la artista y actriz guineana María Dolores Nchama ha acercado la reivindicación de muchas mujeres de la cultura fang a lo que siempre han sido vetadas. “No nos dejan tocar los instrumentos ni escucharlos cuando los hombres los tocan”, explica a El Asombrario la autora, que prosigue: “La obra consiste en contar la historia de mi país, de la cultura fang, enseñar estos instrumentos prohibidos y demostrar que se pueden tocar por mujeres”.
La obra de Nchama se enmarca en la tercera edición de ‘Visión y Presencia’, un ciclo anual en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza comisariado por Semíramis González y coordinado por Laura Andrade de Lorenzo, que trae artistas, formatos y discursos de mujeres gracias al apoyo de la AECID. Este año, proceden de los Centros Culturales de España en Bolivia, República Dominicana, Argentina, El Salvador y Guinea Ecuatorial. La propia María Dolores Nchama planteó su performance en el centro de Malabo hace un año y la pasada semana visitaba España por primera vez.
“Lo he elegido porque de verdad quiero tocar esos instrumentos”, indica la artista. “La primera vez que los toqué fue hace como tres meses, en el centro cultural, y he aprendido a tocarlos desde entonces. Tuve que insistir porque no me dejaban, pero pasé todo el tiempo molestando hasta que me enseñaron a tocarlos”. No solo las mujeres tienen prohibido estos instrumentos, también el Abaha, el lugar donde se toman las decisiones que afectan a todas y todos. “Nosotras no podemos entrar, ni mucho menos hablar”, comenta la artista.
Por su parte, la comisaria explica que incluso en el día a día de las mujeres fang se las invisibiliza, llegando a prohibirles caminar por la calle y obligándolas a moverse por la parte trasera de las casas.
¿Y qué le dirán a la artista a su vuelta a Malabo? “El vídeo se publicará, algunos lo verán, otros no querrán verlo, pero seguro que me felicitan”, dice María Dolores Nchama, que está segura de que marcará la diferencia para otras mujeres fang.
“Este es un pequeño paso, pero un gran paso para lograr un espacio de reconocimiento que deben tener las mujeres fang”, indica Semíramis González, que explica que le interesa mucho que “desde el Museo Thyssen, las performance vayan a otros espacios, así se profesionalizan las artistas para que puedan vivir de su trabajo”. Se trata de un proyecto que ha contado con la labor de difusión cultural y formación que realizan los centros culturales de España pertenecientes a la AECID y el compromiso del Museo Thyssen desde hace tres años.
“Se afianza que el ciclo se desarrolle durante todo el año”, comenta la comisaria, que nos adelanta que en la próxima convocatoria, que se podrá ver en 2025, participarán países como Costa Rica, Uruguay y Paraguay. “Esto me permite conocer las propuestas de performance que no llegarían de otra manera, pero también abordar temáticamente muchas líneas distintas. Siempre están las relacionadas con las mujeres, con la violencia que sufren, pero también con el cambio climático, sus consecuencias, la colaboración entre las artistas, etc…”.
Todo ello en un espacio institucional que aporta a la narrativa. “Hay una alianza desde el propio equipo del museo, que son quienes se atrevieron a hacerlo”, analiza González, que explica que la reacción del público ha sido clave para la consolidación de este proyecto: “Hay un público fiel, afín a las prácticas contemporáneas, que viene siempre, pero también los que vienen a ver una actividad que no esperan. De repente, forman parte de la performance sin ese prejuicio que sientes con otras obras contemporáneas. Lo sienten, se crea un microcosmos emocional que tiene un poder transformador muy profundo; es revolucionario”. Un acierto que cumple un objetivo final: “Muchos discursos que planteamos al principio los vemos ahora en otros museos”.
Además de las performances que se desarrollan mensualmente –excepto el parón del verano– se unen unas conferencias que atraviesan de manera transversal los temas que las artistas performativas tocan. El próximo miércoles, 25 de septiembre, será el turno para la artista cubana afincada en España Suset Sánchez, con la charla titulada ‘Negras, cholas, chinas, rubias… Tetas sin miedo, cuerpos en resistencia y crítica decolonial’. Muy en la linea de la actual exposición temporal que puede verse en el mismo museo: ‘Memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza, abierta hasta el 20 de octubre.
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