“O gestionamos bien los RAEE o el planeta va a ser un caos”
RAEE. A la mayoría no le sonará de nada esta palabra. Es el término para referirse a los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Ecolec se dedica a su recogida y correcta gestión. Hablamos con su director general desde hace 10 años, Luis Moreno, para aclarar muchas dudas en torno a todos esos aparatos que nos rodean y facilitan la vida diaria, pero que al terminar su vida útil se pueden convertir en un gigantesco problema. “Un informe de Naciones Unidas calcula que en 2050 se van a generar en el mundo 80.000 millones de toneladas de RAEE. O recogemos todo eso en condiciones y reutilizamos esos materiales, o esto es insostenible, un caos total”. Ojo al dato y atención a las explicaciones de esta entrevista que nos tocan muy de cerca.
El zaragozano Luis Moreno lleva 10 años al frente de Ecolec. “Supuso un cambio importante en mi vida, porque yo siempre trabajé en la industria y, cuando me propusieron venir a Ecolec, al principio no lo tenía muy claro; sin embargo, tomé la decisión de venir, llevo 10 años en Madrid y no me arrepiento, todo lo contrario, puedo decir que estoy encantado”. Antes, Luis Moreno trabajó 20 años en el Grupo Cegasa, que participó en la creación de Ecolec hace 20 años, en 2004, que fabricaba entonces pilas y acumuladores, y otros 10 años al frente de Solac Electrodomésticos. “El mundo del reciclaje y la economía circular me parece fascinante; está en constante evolución, crece a pasos agigantados y cada día tenemos una sorpresa; es un mercado muy dinámico y atractivo”.
Y ahora, tras 20 años, estáis en pleno cambio de responsabilidades. Explícanos en qué consiste ese cambio de ampliación y crecimiento.
Toda esta transformación que estamos llevando a cabo viene dada por cambios normativos en los reglamentos que regulan la gestión de los RAEE y de los residuos de pilas y acumuladores. Hasta hace pocos años, Fundación ECOLEC se encargaba de gestionar dos sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor: RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) y residuos de pilas y acumuladores. Los mencionados cambios normativos nos han obligado a separar, desde un punto de vista de las entidades jurídicas la gestión de los flujos, naciendo en 2016 Asociación ECOLEC para la gestión de los residuos de pilas y acumuladores.
Pero la propia evolución de la normativa nos impulsa a realizar cambios. Y Ahora, además de estos cambios de índole jurídica y administrativa, nos encontramos trabajando en cambios de procesos para hacernos más eficientes de cara a los servicios que ofrecemos a los productores y distribuidores; así, trabajamos en mejorar la monitorización y trazabilidad de los flujos de residuos.
Y, por último, a mediados del año pasado solicitamos, a través de Fundación ECOLEC Envases, la autorización para poder gestionar residuos de envases y embalajes, que entendemos estará operativa este año.
Nuestra vocación es seguir dando servicio a nuestros productores de aparatos eléctricos y electrónicos, y de pilas y baterías, y los embalajes que ellos ponen en el mercado, que son sobre todo, cartón (representa el 65% de sus envases y embalajes), poliestireno expandido, algunos tipos de plástico, sobre todo bolsas, film estirable y palés de madera.
Resumiendo: una única marca, ECOLEC, para prestar servicio en tres flujos de residuos: aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y baterías y envases y embalajes
Llevamos tanto hablando de 2030 como un horizonte de utopía o distopía, que no puedo dejar de preguntarte por vuestros objetivos para 2030.
De cara a 2030 aspiramos a ser neutros en carbono; la recuperación y correcta gestión de los aparatos eléctricos y electrónicos, sobre todo los que contienen aceites y gases, evita muchas toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera, lo que nos ayuda de forma importante a ser neutros en carbono.
De todo lo que recogéis, ¿qué es lo más complicado de tratar?
Probablemente los frigoríficos, por contener gases refrigerantes, que requieren un tratamiento especial, una maquinaria específica. Te hubiera dicho los tubos catódicos de los televisores, pero es que cada vez hay menos; en peso aún representan el 40% de todos los televisores que recogemos, pero es que pesaban mucho y eran muy grandes.
¿Y los paneles solares, ya que el ex presidente Felipe González ha dicho que no se pueden reciclar ?
Claro que se reciclan. No es complejo reciclar los paneles solares. Lo complejo es recuperar el silicio en un grado que sea realmente reutilizable. Actualmente el silicio se recupera para funciones de las que se llaman down-cycling. A un nivel inferior, para un uso menos valioso; se mezcla con hormigones y cementos, base de rellenos. Aún no se recicla para darle un nuevo uso como tal; ese es ahora el principal reto en el reciclaje de los paneles solares. Pero se recuperan por supuesto el aluminio y el vidrio, el cobre… Ya hay tecnología para recuperar la plata, un metal muy valioso, considerado ya por la propia Unión Europea como uno de los materiales críticos, porque la demanda está creciendo muchísimo.
Miremos ahora hacia atrás. Balance de tus 10 años.
Cuando llegué a ECOLEC, el objetivo de recogida y reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos era de 4 kilos por habitante y año. En aquel momento estábamos en torno a los 3,5 kilos. Recientemente había cambiado la directiva europea que regula esta materia y, en 2015, el reglamento español, y hoy estamos ya por encima de los 8 kilos por habitante y año recogidos y recuperados. Me refiero a la parte doméstica. Hemos duplicado la recogida de RAEE. También depende de lo que se vende, claro. En los últimos dos años, 2022 y 2023, el mercado se ha contraído, porque con la pandemia, al estar encerrados en casa, quisimos mejorar el confort de nuestras viviendas, y hubo dos años, 2020 y 2021, en los que se mejoró las ventas.
Pero ¿cuántos kilos compra la gente en esa parte doméstica?
En España, se calcula que se ponen anualmente en el mercado doméstico entre 14 y 16 kilos de aparatos. Eso quiere decir que estamos recogiendo algo más del 50% de lo que se vende.
Y además los electrodomésticos cada vez pesan menos, mucho menos… Con lo cual recogéis mucho más.
Totalmente. Una de las cosas que más han cambiado es la percepción de los productores. Cuando ECOLEC comenzó hace 20 años, los productores veíamos esto como con miedo, un coste adicional, una preocupación adicional, una obligación nueva. Ahora los productores ya han normalizado la gestión de sus productos al final de su vida útil, con lo cual la parte de concienciación de los productores está conseguida. Con los distribuidores también, la parte de tiendas, las cadenas, también han mejorado en esa concienciación sobre su papel en la recogida, sobre todo en el equipamiento del hogar. El 1 X 1. Yo vendo uno y recojo otro. Cuando yo empecé, hace 10 años, se recogía a través de la distribución la mitad de lo que se recoge ahora. Ahí también ha cambiado la mentalidad.
Creo que la evolución de los consumidores también ha sido positiva en estos 10 años. Pero es en lo que nos tenemos que esforzar un poquito más. El consumidor tiene unos derechos y unas obligaciones. Conseguir que entienda cuáles son esos derechos y esas obligaciones es lo más complicado. Entendemos desde ECOLEC que está habiendo una evolución, cada vez hay una concienciación mayor en hacer que los aparatos duren más, que los tenemos que reparar en vez de tirar, darles una segunda vida… Creo que ese mensaje va calando, pero con los consumidores queda aún mucho camino.
¿Y eso cómo se hace?
Con campañas de concienciación dirigidas a la población, que hacemos conjuntamente con las administraciones públicas. También hacemos nuestras propias campañas, como nuestro programa #GreenShop, de compromiso con las tiendas. Tenemos más de 1.000 tiendas en toda España con el sello #GreenShop, que trabajan con Ecolec, colaborando con la recogida de electrodomésticos. Cada año damos los reconocimientos #GreenShop “Oro” y #GreenShop “Plata” a las tiendas que mejor trabajan con ECOLEC. Y la #GreenLeague, dirigida a instituciones y empresas; damos formación a empleados sobre cómo canalizar de forma correcta los aparatos eléctricos y electrónicos y las pilas y baterías al final de su vida útil. Y el programa #GreenWeek, una acción de street marketing con informadores para concienciar a los ciudadanos.
Algo muy elemental, Luis, pero que quizá haya gente que aún no lo sepa. Cuando compras un pequeño electrodoméstico en una tienda, tienes derecho a llevar el antiguo, el que desechas, y que te lo recojan, ¿no? Un cepillo eléctrico, una tostadora, un secador de pelo…
Nosotros lo llamamos la regla del 1 x 1. Si yo compro un aparato, como consumidor, tengo derecho a entregar otro aparato viejo en el mismo sitio donde compro el nuevo para que se encarguen de su gestión. Si lo entregan en casa, porque es muy grande, una lavadora, un frigorífico, tienen la obligación de llevarse el viejo. El 1 x 1. Yo compro uno nuevo y se llevan el viejo. Eso es de obligado cumplimiento para los distribuidores, para las tiendas. Es un derecho del consumidor tener ese servicio gratuito; subrayo lo de que es un servicio gratuito que ha de ofrecer el distribuidor. Te pueden cobrar el servicio de instalación, pero el de recogida siempre es gratuito. También existe la regla que nosotros llamamos el 1 x 0; es decir, yo puedo entregar uno viejo, pequeño, de menos de 25 centímetros, en cualquier establecimiento de venta de aparatos eléctricos y electrónicos que tenga una superficie de venta superior a 400 metros. Ahí no tengo que hacer compra si es pequeño y lo que llevo a un punto de venta grande; puedo ir y depositarlo en el contenedor que tengan habilitado, y ya. Además, todas nuestras tiendas #GreenShop, mayoritariamente comercios de barrio, tienen un contenedor ECOLEC para recoger esos pequeños aparatos, sin tener la obligación, porque no son de más de 400 metros cuadrados. Y siempre nos queda la opción del punto limpio: en todos los municipios que los tienen, podemos depositar los aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y baterías al final de su vida útil. Vamos, que opciones hay.
En los puntos limpios, ¿tenéis problemas de sustracciones y que lo allí dejado no acabe en los circuitos apropiados de recuperación?
Bueno, en los puntos limpios hay muchos problemas, sí. Uno de los mayores es el de la canibalización, que consiste en quitar a los aparatos los motores, los compresores, los componentes más pesados y con materiales como el cobre. Vandalizan los puntos limpios y canibalizan esos aparatos. Ese es ahora un problema grave que tenemos. La recogida informal, el tratamiento informal. Otra de las cosas de la que tampoco nos acordamos es que, cuando compramos un aparato on line, tenemos el mismo derecho que cuando compramos en una tienda física; es decir, si yo compro on line tengo que tener la posibilidad de ese 1 x 1. Venga de donde venga, de Móstoles o de China.
¿Si lo compras por Amazon y viene del otro lado del Atlántico?
Amazon tiene que ofrecer la posibilidad de marcar una casilla, como cualquier web, a la hora de hacer el pedido, de recogida gratuita. Además, normalmente, cuando estamos haciendo la compra on line no nos fijamos en eso, nos fijamos más en el plazo de entrega, en lo que me ahorro, en las características del producto, en las comparativas…
O sea, hay que insistirle a la gente en que se fije en esto.
Se tiene que fijar, se tiene que fijar, porque es un derecho que tenemos también con la compra on line.
Hemos leído recientemente este titular en una información: ‘España arroja en África más de la mitad de la basura electrónica que genera’. ¿Qué decir al respecto desde Ecolec?
Es una lacra que, entre todos los agentes, fabricantes, distribuidores, gestores de residuos y, sobre todo, administraciones públicas, debemos erradicar.
¿La obsolescencia programada es un tópico, es un mito, una leyenda urbana, se está trabajando en ello…?
Yo creo que es más mito que otra cosa. A ver, los productores no tienen ningún interés en que se difunda que sus productos tienen obsolescencia programada, porque es minar la reputación de su marca. El propio fabricante no tiene interés en diseñar productos que se mueran antes de tiempo; además, yo creo que las formas en que se consume están cambiando. Lo hemos vivido a lo largo de los últimos años con muchos ejemplos. Los coches. Quién no se compra ya un coche con una fórmula de renting; voy haciendo un pago mensual por el uso de un coche, y, pasado un tiempo, tengo la opción de quedármelo o de comprar uno nuevo y seguir pagando una cuota mensual, y ese coche no va al desguace, sino que va a un mercado de segunda mano, se sigue vendiendo; en el mundo empresarial pasa lo mismo con las impresoras, las fotocopiadoras… Pagan por copia realizada en una máquina que tienes alquilada.
Esto mismo yo creo que se va a ir extendiendo a otros productos. Ya hay empresas de telefonía que ofrecen un servicio de pago por uso; te facilito el teléfono, pagas una cuota mensual, y al cabo de cuatro años, te lo cambio; y ese teléfono no muere ahí, tiene una segunda vida. Hay fórmulas para pagar mensualmente por el uso de muebles, que luego recogen cuando tú dejas de usarlos. Los limpian y adecentan, y vuelven a ponerlos en el mercado de alquiler. Cada vez hay más fórmulas en este sentido, así que yo creo que los fabricantes van a mirar hacia ese tipo de consumo y van a tener interés en que sus productos duren más, porque la rentabilidad no va a estar en el momento de una sola venta, sino en varias. Estos cambios van a propiciar que ese mito de la obsolescencia programada se rompa.
¿Y la reparación, es también un mito eso de que sale más cara que comprar un producto nuevo?
Bueno, no es que sea más caro, es que el consumidor, entre pagar 100 euros por reparar un aparato viejo y pagar 200 por tenerlo ya nuevo, en la mayoría de los casos se decanta por adquirir uno nuevo. La percepción del consumidor es que la reparación no resulta tan rentable como comprar un aparato nuevo con una tecnología más avanzada. La posibilidad de reparar siempre ha existido, y sigue existiendo. Lo que sí es cierto es que a veces algunos productores no facilitaban ese proceso de reparación, y la nueva normativa europea promueve esa reparación, los plazos de garantía y de disponibilidad de piezas. Y eso yo creo que es bueno, porque sí tenemos que cambiar nuestra mentalidad como consumidores para alargar la vida de los productos y que se conviertan en residuo lo más tarde posible. Que le hagamos un correcto mantenimiento, que lo reparemos, que lo introduzcamos en un mercado de segunda mano. Todo eso es fundamental para reducir la cantidad de residuos.
Quería incidir en que, aparte de la generación de residuos, hemos de subrayar el impacto de la obtención de cantidades gigantescas de materias primas.
Lo comentábamos antes con la plata de los paneles fotovoltaicos. Pero eso ocurre con todos los materiales con que se fabrican los aparatos electrónicos. El cobre también está considerado en la Unión Europea como una materia crítica, porque la demanda es gigantesca. La recuperación es fundamental; en Europa, entre el 60% y 70% de todo el cobre que se utiliza para fabricar proviene de cobre reciclado. Hoy. Ya. Es necesario limitar la extracción de materiales de la naturaleza. Porque, si no, nos cargamos el planeta, y vamos a dejar a las generaciones del futuro un planeta esquilmado. Con la recuperación y reciclaje no solo evitas el residuo, sino que evitas la extracción de materia de la naturaleza, y evitas todos los consumos, de energía, de agua, y contaminación y emisiones de CO2 de la transformación.
Con un mercado tan globalizado, seguir la responsabilidad de los productores resulta complicado, ¿no?
Es complicado, sí, pero el sistema de control en aduanas a las importaciones está ayudando a poner orden. Todavía tenemos problemas, especialmente con los grandes portales de comercio electrónico, que siguen introduciendo producto en España, y no lo introducen por contenedor en aduana, sino que viene directamente al consumidor por paquetería, Correos… Especialmente los marketplaces son los más difíciles de controlar. Estamos trabajando, estudiando cómo incorporarlos al sistema. Actualmente ya tenemos tres incorporados a ECOLEC, los tres marketplaces del grupo Alibaba: Alibaba, AliExpress, y Miravia. Son los primeros, y estamos en negociaciones con otros grandes portales, para incorporarlos.
Es un problema común a Europa. Aún no hay una normativa común para estas importaciones. Algunos países están dando pasos; otros no. Alemania y Francia sí han dado pasos firmes en el control de las importaciones de estos marketplaces. En España estamos en ello. La nueva ley de residuos ya incorpora que los marketplaces tienen que asumir el papel subsidiario de los productores. Luego eso hay que plasmarlo en el reglamento correspondiente para cada uno de los flujos. El de envases, que es el último que se ha publicado, ya lo incorpora. Al final, a ellos también les interesa hacer las cosas bien.
Para terminar, Luis; como ciudadano, ¿cuál es el reto ambiental que más te preocupa?
Te voy a dar dos versiones. Una como ECOLEC. Y otra como Luis Moreno. Como ECOLEC decirte que, dentro de eso que hablábamos de cómo va a evolucionar el mercado de los aparatos electrónicos, cada vez más gente quiere tener más tecnología disponible, cada vez más rápida, el 5G, la cantidad de residuos que se va a generar es tan enorme… Los paneles fotovoltaicos, por ejemplo: el año pasado gestionamos 2.600 toneladas de paneles fotovoltaicos como residuo, pero es que se instalaron 700.000 toneladas; y dentro de 25 o 30 años, cuando esos paneles queden fuera de uso, va a haber que reciclarlos. Las previsiones de crecimiento son brutales. Un informe de Naciones Unidas calcula que en 2050 se van a generar en el mundo 80.000 millones de toneladas de RAEE. Pues o recogemos todo eso en condiciones y reutilizamos esos materiales, o esto es insostenible, un caos total.
Y como ciudadano Luis Moreno, y como biólogo de formación que soy, para mí el problema más grave es la pérdida de biodiversidad; el equilibrio de todas las especies en el medio natural es necesario para la subsistencia de toda la actividad humana y no humana en el planeta; esa pérdida de masas forestales, esa agricultura y ganadería intensivas, el cambio climático están haciendo que desaparezcan sumideros de CO2 y lleva también a la extinción de especies, que conlleva a su vez que ese equilibrio natural de los ecosistemas se vaya perdiendo. Es una cascada.
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