Wanda Natura, primer premio Rayo Verde de la Academia de Cine y Greenpeace

El productor y distribuidor José María Morales, creador de Wanda Natura.

La primera edición del Premio Rayo Verde, galardón creado por la Academia de Cine y Greenpeace para reconocer a profesionales del cine español por su compromiso con los valores medioambientales y sociales, ha distinguido la labor del productor y distribuidor José María Morales, creador de Wanda Natura, que está detrás de excelentes películas con la naturaleza como protagonista, desde la trilogía ‘Guadalquivir’, ‘Cantábrico’ y ‘Dehesa, dirigida por Joaquín Gutiérrez Acha, a ‘Panteras’, de Andoni Canela, y ‘Entrelobos’, ‘El faro de las orcas’ y ‘100 días de soledad’, de Gerardo Olivares. Lo recibe mañana en la Academia. ‘El Asombrario’ ha hablado con él sobre sus dos décadas entregado a difundir los valores de la naturaleza.

En su primera edición, este premio ha recaído en el productor y distribuidor por considerarle «casi un pionero en destacar la trascendencia de la naturaleza en la vida de los seres humanos y de nuestro planeta, e involucrarse con pasión en proyectos arriesgados para mostrar que la defensa y protección del medio ambiente es una obligación moral para los ciudadanos y las administraciones». Así lo ha destacado el jurado, formado por el director y guionista Mariano Barroso (presidente de la Academia) y la productora Ana Amigo, por parte de la Academia; Edurne Rubio y Ricardo Magán, por Greenpeace; y el actor, presentador y cofundador de la Fundación Ochotumbao Dani Rovira.

Elegido por unanimidad, el jurado también ha subrayado que Morales «ha sembrado estos valores, tanto en el mercado nacional como internacional, donde sus películas, además, han sido galardonadas en importantes festivales».

Al enterarse del premio y emocionado «porque los compañeros me conceden un premio por hacer lo que más me gusta», José María Morales ha declarado que siente por los animales y la naturaleza «una pasión que me viene desde muy pequeño». Avalado por los más de 20 años que lleva dedicado al cine de naturaleza, destaca la suerte que tuvo de comenzar con el director, productor y actor francés Jacques Perrin, fallecido hace un mes. «Era un genio. Jacques me propuso participar en Nómadas del viento (un trabajo con años de preproducción que les valió una nominación al Oscar al Mejor Documental en 2003 y que sintonizó con millones de espectadores de todo el mundo) y me enseñó que este tipo de producciones hay que hacerlas con medios, con los mejores profesionales y equipos, y dedicándoles el tiempo que se necesita para filmar la naturaleza, que es mucho».

Hablamos con él por teléfono. Acaba de regresar de un viaje a África. La primera pregunta es obligada: ¿Cómo se siente con un premio tan verde y especial? “No te puedes imaginar la ilusión que me hace recibir un premio que viene de tus compañeros y de Greenpeace…”. “Aunque soy de Madrid, yo la pasión por la naturaleza la he sentido desde niño. Y aunque me licencié en Derecho, he tenido la enorme suerte de poder juntar mis dos grandes aficiones, el cine y la naturaleza. Y que te premien por esto, por algo en lo que me he volcado desde hace 20 años, pues hace mucha ilusión, claro”.

En esa ilusión siempre ha estado el objetivo de sacar adelante documentales de naturaleza con la calidad en la producción y el reconocimiento del público de los que se graban en Reino Unido, Alemania y Francia, “porque la biodiversidad de nuestra naturaleza es impresionante y lo merece, y además contamos con excelentes profesionales”. Profesionales como los realizadores Joaquín Gutiérrez Acha y Andoni Canela, o el experto en sonidos de la naturaleza Carlos de Hita.

Morales reconoce que es «difícil» financiar proyectos que invitan al espectador a reflexionar y descubrir la riqueza de los espacios protegidos de nuestro continente, «por sus elevados costes”. “Nosotros hemos tenido la suerte de los audaces porque hemos conseguido ventas y apoyo según íbamos avanzando los rodajes. Nuestros documentales y series han tenido éxito, tanto en España como fuera, donde se han posicionado muy bien y han visto los ecosistemas naturales y la gran biodiversidad que tenemos».

“Son películas caras”, nos reconoce. “Que necesitan una fuerte inversión, entre millón y medio y dos millones de euros, y tres años de preparación, dos años de rodaje más otro año de postproducción”.

¿Podemos destacar algún sello personal en estas películas de naturaleza frente a las realizadas en el mundo anglosajón o en Francia?

Nuestro sello es sin duda que tenemos un país con una biodiversidad increíble, y eso hay que ponerlo en valor.

¿Tu rincón natural preferido?

Mira, he de decirte que, con el tiempo, cada vez aprecio más lo pequeño y lo cercano, y que he llegado a un punto en el que me emociona ver cómo va cambiando a lo largo de las estaciones el árbol que tengo al lado de mi casa.

¿Y tus animales favoritos?

Me gusta mucho observar aves, pero, claro, no nos podemos olvidar del trío de reyes de la fauna ibérica: el oso pardo, el lobo y el lince. Y por eso que te decía de afición última a lo pequeño, cada vez me interesan más los insectos.

¿Y el problema ambiental que más te preocupa?

Sin lugar a dudas, el cambio climático. Es tremendo lo que está pasando.

(Mientras hablamos, los termómetros llegan a los 40 grados en algunos puntos de España. ¡40 grados en el mes de mayo!).

¿Y alguna pista para cambiar el rumbo hacia el desastre?

Con la acción y el esfuerzo, por pequeños que nos parezcan, de todos y cada uno de nosotros. Lo explicabais bien en un reciente artículo de El Asombrario sobre los últimos libros de Richard Attenborough y Jane Goodall. Hay que tener esperanza, pero una esperanza activa. No esperando que sean soluciones que caigan del cielo, sino confiando en nuestra capacidad para cambiar las cosas, y en nuestra actividad día a día, cada uno dentro de su parcela, en su trabajo, contribuyendo al cambio.

La gran labor de Wanda Natura no es sólo producir estas películas, sino también lograr llevarlas a la pantalla grande –donde se aprecia en su esplendor la maravilla de imágenes rodadas en la naturaleza–, su distribución en cines, con estrenos por todo lo alto.

¿Y qué tal es la respuesta del público en cines?

Con Guadalquivir y Cantábrico, nos fue muy bien. Conseguimos más de 100.000 espectadores. Luego llegó la pandemia y la pérdida de mucha gente del hábito de ir al cine, y por eso con Dehesa no fue tan bien.

(Quien esto firma ha de reconocer que Dehesa fue la única película por la que acudió a un cine entre marzo y diciembre de 2020, el peor tramo de la pandemia covid-19).

Ahora Wanda Natura está inmersa en la conversión en una serie de ocho capítulos para TVE de la película Panteras, en el desembarco en cines (el 24 de junio) de El Leopardo de las Nieves (premio César al mejor documental), dirigida por Marie Amiguet y el reconocido fotógrafo de naturaleza Vincent Munier, y en la filmación de Doñana, un documental sobre este parque nacional, ahora tan amenazado por el estrangulamiento de sus fuentes de agua, y que da continuidad a la Trilogía de la Naturaleza Ibérica. Será sin duda otro maravillosa película de Gutiérrez Acha que se estrenará en 2023 y nos ayudará a que todos valoremos, y de una manera tan espectacular como es el cine en pantalla grande, lo que tenemos alrededor.

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