Columnistas

La ‘Victografía’ de hoy recuerda a Gonzalo Torrente Ballester, que en los años ochenta recibió el premio Nacional de Literatura, el Príncipe de Asturias y el Cervantes. La autora recuerda con minuciosidad literaria aquella visita al escritor de ‘Los gozos y las sombras’en su casa de Salamanca, invadida de libros y oscuridad, sobre los que Torrente Ballester se lanzaba como queriéndolos devorar.

Releemos el cuento ‘Oh gueto mi amor’, del guatemalteco Eduardo Halfon. Como ocurrió hace un siglo, en Europa avanza la extrema derecha y vuelve a adoptar su peor versión, su peor rostro, el rostro de la muerte.

Arranca en Rusia el Mundial de Fútbol 2018. Una vergüenza que la FIFA decidiera otorgar su organización a un Estado que ha hecho gala de una represión feroz contra los homosexuales

Entramos en El Gallinero. Ahora el Ayuntamiento de Madrid lo está desmantelando, pero llegó a ser uno de los poblados chabolistas de mayor tamaño y mayor conflictividad de Europa por enredarse con las drogas.

Nos detenemos hoy en ‘Área de Descanso’ en dos joyas editadas por Nørdica: primero, ‘El hombre del traje negro’, de Stephen King, maestro del terror; después, ‘Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos’, de John Berger, maestro de la realidad.

La gente fantasea muchas veces con que los escritores somos gente que pasa el día encerrada en un estudio, o que tiene una vida apasionante que dedica al semillero de sus historias. Somos como London o como Hemingway.

Vivimos de una manera tan acelerada, y cada vez más, que pensamos que hay soluciones mágicas, rápidas y sencillas, para todo: para hacer una paella y para gestionar la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Releemos el relato ‘Un momento en Ramala’, de John Berger, para reivindicar Palestina, recordar a las 100 personas que Israel ha asesinado esta semana con impunidad, y pedir justicia internacional contra Netanyahu y Trump, dos gobernantes que causan tanto dolor a un pueblo sometido que no pierde su dignidad.

Algo extraño me está sucediendo últimamente. Para que os hagáis una idea, el otro día me dejé el móvil sobre la mesa del despacho –del que salgo disparada a las tres de la tarde– y no me di cuenta de que lo había olvidado hasta las nueve de la noche. ¿Querrá decir eso que ya no soy una whatsappdicta?

Según el barómetro del CIS de marzo, la corrupción es el segundo problema que más preocupa a los españoles después del paro. Aun así, parece que la toleramos, que no castigamos adecuadamente a los corruptos a la hora de votar