190 asnos baleares luchan con nobleza por evitar su extinción

Ejemplares de asno balear.

La mecanización y el abandono rural han sido los dos factores determinantes del declive de una raza autóctona que atraviesa una muy complicada situación. En nuestra serie mensual de razas autóctonas en peligro de extinción, viajamos hoy a Baleares para conocer el asno balear, que procede del asno salvaje de Somalia. Atención: ¡sólo quedan 190 ejemplares reproductores!

En la primera mitad del siglo XX, el asno balear sufrió un fuerte declive que casi lo lleva a su desaparición. Sus principales funciones eran labores agrícolas, carga en zonas montañosas, tiro de carros ligeros y producción mular. Pero con la llegada de tractores y la despoblación de núcleos rurales, la población de asno balear empezó a descender de forma brusca.

En 2002 se creó el Libro Genealógico del asno de raza mallorquina, un paso muy positivo para la consolidación de la cría en pureza de estos animales. Y en 2006 se cambió la denominación de asno mallorquín por la de asno balear, para así poder acoger en el Libro Genealógico los animales de todo el archipiélago con un nombre de raza común, más acorde con la realidad geográfica.

La asociación de criadores encargada de la pureza de la raza y del libro genealógico desapareció en 2012 al no poder sostener los gastos de mantenimiento y gestión, y el Gobierno de Baleares se hizo cargo, con vistas a que se pueda recuperar la asociación de criadores. Concretamente, la empresa pública Servei de Millora Agrària i Pesquera (SEMILLA) es la encargada de la gestión de la raza.

Así, Semilla actúa como sociedad para dar soporte a la gestión del Programa de Cría del Asno Balear, para que mientras los criadores no se constituyan en una nueva sociedad, pueda seguirse conservando la raza.

Actualmente, los animales que protagonizan nuestro artículo de hoy se encuentran en Mallorca y Menorca, más algunos ejemplares en Ibiza, pero ya no habita en Formentera.

Águeda Pons, responsable de los recursos genéticos de Semilla, explica que en la actualidad hay 104 ganaderos, pero algunos solo con uno o dos ejemplares. En total, solo quedan 190 asnos baleares reproductores, de los cuales 170 son hembras y 20 machos. El censo máximo fueron 287 ejemplares reproductores en 2017.

El asno balear se encuentra en Mallorca y Menorca, más algunos ejemplares en Ibiza, pero ya no habita en Formentera.

Un gran bombero forestal

“Uno de los problemas que ha tenido el asno balear es que la funcionalidad se ha perdido, que era la carga y arrastre, y se ha sustituido por maquinaria”. “Para lo que se utiliza mucho ahora en Baleares es para cuidar zonas boscosas; es un conservador del medioambiente muy bueno, porque evita incendios”, nos explica Pons.

Hay muchos criadores que lo tienen como animal de compañía, porque es muy inteligente y sociable, añade Pons. En el programa de recuperación de la raza se contemplan actividades como la equinoterapia, ya que el burro resulta muy apto para trabajar con personas con algún problema o capacidades diversas.

También trabajan en la creación del banco de germoplasma como garantía para que no se pierda la variabilidad genética y, si hace falta, en un momento poder criar.

El asno balear se exportó a Inglaterra y posteriormente a Estados Unidos, donde participaron en la creación de la famosa raza Kentucky.

Animales nobles, de gran temperamento y fortaleza física

El asno balear está perfectamente adaptado a las zonas de bosque y monte bajo, donde colabora en su conservación y mantenimiento. En la definición de la raza destacan como “animales muy rústicos, nobles, de temperamento sanguíneo y nervioso y de gran fortaleza física”.

Según los estudios, los asnos domésticos europeos proceden de dos líneas de asnos africanos: el Asno salvaje de Nubia (E. a. africanus) y el Asno salvaje de Somalia (E. a. somaliensis); su aparición como animal doméstico se ubica en el noreste de África, desde donde acompañó al hombre en sus migraciones. En el caso del asno balear, su procedencia en época prehistórica es del asno salvaje de Somalia.

La fama de esta raza a principios del siglo pasado fue extraordinaria y la demanda de reproductores muy alta. Incluso se exportaron ejemplares a Inglaterra y posteriormente a Estados Unidos, donde participaron en la creación de la famosa raza Kentucky, conocida por su fortaleza y tamaño.

  COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.

Más artículos de la serie razas autóctonas de ganado en peligro de extinción

Tudancas, vacas en peligro de extinción que son el orgullo de Cantabria

‘Ganaderas en Red’ con cabras y ovejas en peligro de extinción

Caballos salvajes que viven en la península desde la Prehistoria

Camello canario, en peligro por falta de turistas

Sólo quedaban 50 de estos cerdos vascos

Jóvenes que optan por el campo para criar caballos

Rescatando cabras palmeras de la voracidad del volcán

El conejo gigante de España, criado por amor para que no desaparezca

Vacas sayaguesas, que sí son de campo.

Gallinas castellanas negras: no vienen por Amazon.

Cabras de las Mesetas: dispersas, bomberas y aventureras.

Ovejas de Grazalema.

Burros zamorano-leoneses que cuidas a las personas (y a las vacas) 

Deja tu comentario

¿Qué hacemos con tus datos?

En elasombrario.com le pedimos su nombre y correo electrónico (no publicamos el correo electrónico) para identificarlo entre el resto de las personas que comentan en el blog.

No hay comentarios

Te pedimos tu nombre y email para poder enviarte nuestro newsletter o boletín de noticias y novedades de manera personalizada.

Solo usamos tu email para enviarte el newsletter y lo hacemos mediante MailChimp.